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Mié, May

ERP/Nelson Peñaherrera Castillo. Me he dado cuenta de un patrón conductual muy particular en mi cuenta de Facebook: cuando publico estados sobre violencia basada en género (VBG), casi todos los ‘Me gusta’ –por no decir todos- son de mujeres. Casi ningún hombre aparece, y cuando aparece, o son mis compañeros de Un Billón de Pie, o por ahí un amigo recurrente, pero siempre es uno o dos aislados. Y no es que despotrique de mi sexo, mas bien lo invito a que sea parte de la solución… y parece que ahí está el problema.

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ERP/Nelson Peñaherrera Castillo. Hace 11 años criticaba por este portal esa tendencia tan peruana a copiar lo que las otras personas hacen cuando resultan ser exitosas, especialmente si hablamos de negocios. Lejos de innovar lo que hace nuestros competidores, y a lo mejor tentar otro segmento de mercado no satisfecho por ellos, hacemos exactamente lo mismo y terminamos canibalizando la clientela hasta que alguien nos supere.

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ERP. Me toca estar en Paita por un proceso pendiente de atender. El taxi colectivo, que me traslada desde la parte alta hacia la plaza de armas de la ciudad, va adornado por la voz de un locutor radial que anuncia con el pecho inflado que la corrupción está por todos lados y que no le teme a nadie. Señala su asco a los involucrados en el asunto de “Los Injertos del comandante Mela” y agradece el hecho de que ya estén en la cárcel y que espera que se pudran no sólo los delincuentes sino también los policías y abogados que conforman la banda.

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ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. Si la batalla de Ayacucho se protagonizase recién en nuestro tiempo, de inmediato sus resultados hubiesen llegado no solo a Piura, sino a todo el planeta, hoy los medios de comunicación nos integran avasalladoramente, y nos enteramos de todo lo que ocurre, a escasos segundos de los sucesos. Después de la batalla de Junín, Simón Bolívar persiguió a los enemigos hasta el río Apurímac, y en octubre de 1824 regresó a la costa, no sin antes instruir a Sucre sobre la finalización de la campaña libertadora, recomendándole no dar batalla final, hasta no estar seguro de la victoria. La batalla de Ayacucho enfrentó a patriotas y realistas el 9 de diciembre de 1824, sobre sus resultados, los piuranos se enteraron casi 15 días después, como lo veremos a continuación.

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ERP/Miguel Godos Curay. Piura desde tiempos inmemoriales fue tierra de las señoras Capullanas, mujeres con poder político efectivo que gobernaron las vastas extensiones de los hoy territorios de Piura y Tumbes. Cuando los carabelines de Pizarro asoman por las costas de Tumbes, en 1528, quedan sorprendidos por las enormes balsas tumbesinas con enormes velámenes de algodón. Un principal dio cuenta, en efecto, que “una señora que estaba en aquella tierra que se llamaba la Capullana, oída la nueva que de ellos decían, tenía gran deseo de verlos y les rogaba que saltasen en tierra, y que serían proveídos de lo que fueses menester”[1]

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ERP/Nelson Peñaherrera Castillo. Hace poco entrevisté a un investigador extranjero sobre una innovación agrícola, y uno de los tópicos que saltó es que la gente que realmente lo necesita no tiene información a la mano, mucho más si es que estamos en curso de colisión a un evento fuerte de El Niño: es decir, aguaceros un día sí y otro también. El truco sería saber cuándo, cómo y dónde para tomar decisiones a tiempo.

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ERP (Laurence Chunga Hidalgo). “La justicia penal es gratuita”, así reza el artículo I del Titulo Preliminar del Código Procesal Penal. Y establece un pero: “salvo el pago de las costas procesales establecidas conforme a este Código”. Las costas procesales comprenden tasas judiciales, gastos judiciales, los honorarios de los abogados de la parte vencedora y de los peritos oficiales, traductores e intérpretes y otros intervinientes. El pago de dichas costas, dice el art. 497 de la norma adjetiva, están a cargo del vencido.

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ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. Cuando el corazón ordena, nada le puede hacer cambiar de rumbo a la voluntad de los enamorados, ni las señales del cerebro, ni cualquier otra predisposición ni ley. Así es la vida suelen decir los mayores, la vida es una canción repiten, y así es señor, se escucha asentir a los demás. Sobre historias de amor, las hemos leído de todos los tiempos, Ollantay, en nuestro caso, Otelo, en el viejo mundo, y no hay rincón del globo terráqueo, donde no se haya escuchado sobre quereres imperecederos, que a veces trascienden la experiencia de los enamorados, para quedarse para siempre en la memoria familiar, a veces en la memoria de una gran comunidad, y no pocos veces, en la memoria colectiva.

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ERP. (Dr. Edhín Campos Barranzuela) Mucha expectativa y preocupación ha causado en los predios judiciales, la reciente publicación en el Diario Oficial El Peruano, la Ley Nro. 30364 que previene, sanciona y erradica la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar, entre otras razones porque modifica parte del procedimiento familiar-tutelar y además porque incrementa las penas para los delitos que provienen de violencia familiar, mejor dicho contra la mujer.

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ERP/Nelson Peñaherrera Castillo. El otro día bromeaba con uno de mis compañeros que si desapareciera el reggaeton, podríamos controlar el avance del VIH/SIDA por la simple razón de que, se dejaría de martillar con mensajes de una sexualidad liberal pero irresponsable, desde que el conocimiento del cuerpo de la otra persona nace de la revancha, la nostalgia, la frustración… y en fin, desde el machismo.

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ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. En la memoria colectiva de las últimas generaciones de piuranos, tumbesinos y lambayecanos, el fenómeno El Niño, ya no es una novedad, está en la memoria colectiva, asociada a una gran experiencia como la de 1983, y la de 1998, pero sobre todo la primera, que nos hizo dividir el tiempo en “antes del Niño”, y, “después del Niño”. Ese impacto sobre la población se metió para siempre en las neuronas, y aunque queden pocos sobrevivientes de las diluviales aguas de 1925-1926, las lluvias del 83 marcaron eternamente mientras viva, a la generación que lo experimentó.

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ERP(Laurence Chunga Hidalgo) “La justicia no puede parar. La judicatura penal no descansa”. Así hemos dicho en otra oportunidad, con ocasión de la pretendida intromisión de turnos permanentes en los juzgados penales a los que se les pone a disposición un reo contumaz. El pasado febrero un proyecto de reglamento de las actuaciones del nuevo Código Procesal Penal así lo establecía. El asunto no fue aprobado. Explicábamos en aquella oportunidad, que la forma eficaz de asegurar el permanente estado de alerta de la justicia penal es a través de turnos.

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