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Jue, Jun

Tiempo para crear y crecer

Miguel Godos Curay
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ERP. Una vida sin leer es un desafortunado placer de la inteligencia agónica. La lectura diaria alimenta y despierta en plena soledad la pasión por la escritura. El portento de la laptop es la facilidad para anotar ideas, sueños y aventuras que emergen del pasado, historias jamás contadas sin final, un hato de recuerdos. Todo se puede escribir sin el pretexto no tengo papel. En algunas ocasiones versos inconclusos. Emociones súbitas, pasiones irreversibles y recuerdos desgranados como los dientes del choclo.

Por: Miguel Godos Curay

Por supuesto la vida es una ronda sin final, posibilidades de realización infinitas. Una vida sin pasión es un oficio de difuntos. Una abstinencia perversa. La vida es una búsqueda inagotable en las páginas de los libros cuyas páginas acabas de leer. La curiosidad no se pierde. Sientes una patente compañía próxima poblada con los prodigios y palabras de los maestros. En su acepción etimológica los que saben más. El que enseña aprende a aprehender el conocimiento fresco. Descubres en los estantes de los libreros del mercado, del suelo o del puente viejo preciosidades bibliográficas a bajo precio. Es un placer que confiere satisfacciones infinitas. Una mirada penetrante e inteligente en el saber humano.

Motivar la lectura en los jóvenes universitarios es una tarea de coraje y persistencia para invitarlos a descubrir el mundo del saber inagotable. La lectura deslumbra con palabras nuevas que enriquecen la expresión cotidiana. Mejora la ortografía y redacción. A mayor lectura dispones de un repertorio para expresarte y escribir con facilidad. Leo “Los pájaros perdidos” de Rabindranath Tagore, en el verso 20 anota este apotegma: “No puedo elegir lo mejor. Es lo mejor quien me elige a mí”. Diríamos parafraseando al poeta bengalí. Es lo mejor lo que nos llama al camino de la perfección posible. No eliges un libro el libro te elige a ti.

En la búsqueda inteligente del esplendor humanístico nos situamos indagando sobre nuestras raíces. Y con la metodología de la ciencia nos adentramos con paso firme en el camino de la certeza con el auxilio de la ciencia. La ciencia es conocimiento metódicamente perfecto. Indaga busca y encuentra. Este desafío nos recuerda la versión del texto poético que satisfizo a Steve Jobs para el lanzamiento diferente de Apple.

El texto de sesenta segundos dice: “Este es un homenaje a los locos. A los inadaptados. A los rebeldes. A los alborotadores. A las fichas redondas de lo huecos cuadrados. A los que ven las cosas de formas diferente. A ellos no les gustan las reglas, y no sienten ningún respeto por el statu quo. Puedes citarlos, discrepar, de ellos, glorificarlos o vilipendiarlos. Casi lo único que no puedes hacer es ignorarlos. Porque ellos cambian las cosas. Son los que hacen avanzar al género humano. Y aunque algunos los vean como a locos nosotros vemos su genio. Porque las personas que están suficiente locas como para pensar que pueden cambiar el mundo…son quienes lo cambian.”

Esta audacia debe acompañarnos para repensar nuestra región, el Perú y sus instituciones socavadas por la inmoralidad. En esta batalla desigual contra viles y malvados no podemos permitir desangrarse al Perú, ni el arrebato brutal de los apuntes de clase de las manos de nuestros niños. La siembra del desasosiego, el desorden y saqueo sustrayendo y dilapidando presupuestos públicos. No es así. No se trata de socavar los bienes de la educación, la cultura, la ciencia y el arte porque los que deciden buscan el provecho propio menoscabando el bien común. No es así exigimos una apuesta por la buena educación, la agricultura productiva que nutre y la pesca que no depreda y protege bien usando los recursos del mar.

La minería que desangra es el veneno de las desgracias. La informalidad, la ilegalidad que depreda, destruye, empobrece y no paga Canon necesario para equipar escuelas, postas médicas y mejores servicios públicos. Como todo aquello que surge del ultraje corrompe autoridades y envilece instituciones. Destruye el tejido social y las legítimas y mejores aspiraciones de cambio y progreso. El saqueo artero de nuestras riquezas naturales despoja de futuro a nuestros niños y jóvenes. Arrebata de las manos una educación de calidad y protección a las familias. La minería ilegal es un cáncer social. Fomenta la criminalidad aliada del narcotráfico, la trata de personas y el despojo de la tierra. La corrupción es la metástasis del despojo social, el desorden, la imposición del delito como forma de vida deslegitimando nuestras instituciones.

No debemos dejarnos consumir por la indiferencia de ver nuestros sueños arrancados de la conciencia por los que destruyen este país de raíces profundas, de inteligencias brillantes y de sueños inagotables. Los países, los pueblos las comunidades no sólo valen por lo que tienen sino en mayor proporción por lo que saben y lo que crean. Hoy enfrentamos con severidad los impactos del cambio climático provocador de una languidez de sequías insoportables pero al mismo tiempo nos arrasa con las aguas desbocadas de las inundaciones. Lo mismo sucede en el territorio de la letra impresa. Muchos libros editados pero pocos lectores. Series completas de autores peruanos a precio módico en ediciones digitales, sin embargo, hay que motivar a los niños y jóvenes.

El mejor antídoto para este momento de crisis es el abrir los ojos de los niños a esa posibilidad de acceder al saber y al conocimento, a la cultura viva y nos dejarse deslumbrar por la cultura boba de los escaparates virtuales con su sutil atracción por el jebe de las zapatillas. Hoy necesitamos con urgencia el cultivo de las ciencias, el lenguaje de los números, la observación curiosa del entorno. La lectura deslumbrante que abre la imaginación hacia los deseos vehementes por un mundo nuevo. A entender la energía de nuestros valores. A un sentido menos empapelado del deber y la justicia como garantía de la pasa social en la lucha contra el delito y todas las formas de injusticia. A un sentido de patria enraizado en la propiedad legítima y no en el despojo abusivo.

Necesitamos nutrir a nuestros hijos de esperanza en un mundo que enfrenta las presiones desbocadas de la naturaleza afectada por el cambio climático que convierte las viejas pistas de asfalto en cocadas y acuñas de melaza con una radiación insoportable. El cemento convierte los módulos diminutos en hornos de fuego lento. En Chulucanas el adobe es mucho más fresco. El otoño piurano de hoy tiene temperaturas de 30 y 31 grados. Una especie de verano fresco. Como ayer hay que rescatar los sombreros de ala ancha de los abuelos, las camisas y pantalones de drill saludables a las prendas sintéticas que calientan hasta el alma con la radiación insoportable. Urge rescatar las antañonas piedras de filtro y los cántaros para mantener el agua fresca y beberla en estado natural. El agua embotellada nos tiene los nutrientes minerales del agua natural.

El escenario del mundo es totalmente diferente. Tenemos que repoblar nuestros campos con hatos de cabras prodigiosas cuya leche en su composición química es muy similar a la leche materna. Necesitamos despertar en nuestra infancia el afecto por la fruta fresca y el choclo sancochado. Incluso urge modificar los horarios para empezar el día más temprano y no nos calcine el sopor del mediodía en donde las mentes se tornan improductivas. Los colores de la ropa deben proteger la piel de los rayos UV a cuya exposición brotan los cánceres a la piel en proporciones impresionantes. Tenemos que elegir mejor lo que comemos y cómo nos nutrimos. Nuevamente hay que estimular las producciones de las huertas familiares. El utilizar las horas frescas del día para pensar mejor y aprender. Los estudiantes universitarios de ingeniería aprenderían mejor en las primeras horas 5 o 6 de la mañana que en el calcinante sopor del mediodía y las primeras horas de la tarde. La lucidez aflora a los estudiantes de derecho, educación comunicación y ciencias sociales a las primeras horas del día que en los balbuceos soporíferos de la tarde.

Los cambios en el entorno de aprendizaje: El aumento de temperaturas y las repentinas lluvias alteran las condiciones en las que se desarrollan las clases y otras actividades académicas. Hoy muchas universidades experimentan una compulsiva euforia por el cemento sin ponderar los problemas de infraestructura debido a estos fenómenos climáticos extremos. Nos sorprende como cada tarde los alumnos a pierna suelta echados en los pasillos descansan. El elevado costo de sistemas de aire acondicionado es oneroso. Inteligente resulta en este extremo aprovechar los espacios frescos y ventilados que procuran las áreas verdes.

Campus universitarios afectados por condiciones semiáridas y el aumento de temperaturas, tienen un impacto aún no investigado en la salud y bienestar de los estudiantes y profesores. La mayor parte de los docentes de la tercera edad reincorporados de acuerdo a lo expresado por los propios estudiantes son improductivos y siguen con el mismo rollo de hace cuatro décadas sin aportes novedosos.

La universidad, por su naturaleza epistemológica, debe estar a la vanguardia en la investigación y formación sobre cambio climático, por ello necesita con urgencia integrar conocimientos científicos actualizados en los poco innovadores planes de estudio y promover la alfabetización climática de los estudiantes. Este aporte tiene impacto en sus familias y en sus comunidades. El cambio climático afecta la salud física y mental de los estudiantes, lo que influye en su rendimiento académico y su capacidad para aprender. Las universidades públicas y privadas necesitan estrategias innovadoras para abordar el cambio climático. Mejorar sus métodos de aprendizaje con el componente lúdico y el estímulo de la lectura utilizando herramientas virtuales. Hoy se aprende haciendo. La experiencia basada en proyectos y la incorporación de tecnologías para promover la sostenibilidad y la conciencia climática son necesarios.

La experiencia de la UNI es muy valiosa. Las clases empiezan muy temprano y el desayuno se sirve para todos entre las 6.00 y 7.00 y no se necesita vale para poder recibirlo. Sencillamente desayunan los puntuales. El servicio de comedor lo brindan concesionarios que redimen los vales que reciben los alumnos de acuerdo a su condición económica. Las filas de estudiantes se alargan en donde se ofrece el mejor menú nutritivo y exquisito. Cuando pregunté al Rector si la UNI tenía comedor universitario. Me respondió: Nosotros somos ingenieros y arquitectos. Ellos los concesionaros, son expertos en cocinar. Que conste. Los concesionarios pagan todos los meses puntualmente por el uso de los ambientes de los refectorios de la universidad.

Diario El Regional de Piura
 

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