ERP. El país pasa por una incertidumbre social; en retrospectiva venimos de una guerra sanitaria que nos sorprendió encontrándonos en modo indefensos. Vivimos tiempos presentes con “miedo” a la libertad de tránsito, donde en marco a las políticas públicas de los administradores del Estado están trastocando la nominación de “Año de la recuperación y consolidación de la economía”, recordemos que sobrecalificados burócratas actuaron sumisos a la crisis migratoria, donde las fronteras eran coladeras u orden de “abrir las garitas”.
Por: Jorge M. Chunga Martínez
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Fue con el inicio de la invasión migratoria donde se inicia el zafarrancho, ni las regiones de fronteras, ni el ministerio de relaciones exteriores contaban con un plan contingente, fue una reacción inerte, y el resultado fue escalofriante; de facinerosos arranchadores de carteras pasamos a rangos superiores en delincuencia; ahora tenemos organizaciones de extorsionadores, sicariato, reglaje, trata de personas, tráfico de armas entre otros. Es decir, los tres niveles de gobierno han recurrido hasta los chamanes y no encuentran la cura. Así estamos a nivel país: inseguridad social.
La estrategia gubernamental bajo visión de nueva gobernanza publica, suma esfuerzos en instaurar un espacio como war room - cuarto de guerra; es un término proveniente del ámbito militar, no exime que los gobiernos recojan este insumo para gestionar crisis y diseñarlo como un espacio estratégico para la toma de decisiones en fecha cierta. Sin embargo los gobiernos locales y regionales deberían involucrarse en multiplicar esfuerzos e iniciar el mapeo del universo de inquilinos en su jurisdicción, por citar una formula y reportar esos insumos al triunvirato SUNAT-MININTER-RREE para su cuarto de guerra ; mapeando la burocracia se evidencia cargos de gerentes, subgerentes, consejero regional, jefes y que su aporte hacia los vecinos es precario; caso similar sucede en el aparato Estatal, los cargos de Director, Director General, Director Ejecutivo, Gerentes; esta nomenclatura de cargos hacen que el gasto público consuma la recaudación de impuestos SUNAT de los aportantes formales y que el ciudadano al acudir al Estado recibimos una paupérrima atención y ni una pastillas encontramos en los establecimientos de atención en salud. Así es imposible que los gobiernos regionales puedan implementar su war room para hacer frente a la expansión criminal.
La iniciativa del gobierno central en instaurar un cuarto de guerra, es bienvenido, pero no hacer lo mismo de siempre, que los insumos y logística de “centralizar” en la capital, son los gobiernos regionales que merecen una atención online para atenuar la expansión de la criminalidad organizada e “importada” sin pagar sus aranceles nacionales, dicho literalmente. La seguridad es un compromiso de identidad nacional.