Por: Miguel Godos Curay
El paseo de la Paloma de la Paz por donde ayer recalaban cuatro gatos es hoy un lugar concurrido de los incondicionales de Pokémon, denominación sincopada de Pocket Monster. Un delirante videojuego electrónico japonés que hoy se desliza por la web y los celulares. El hoy pasaje concurrido, es una Poké-parada en donde se capturan bolas (municiones) los apasionados y seguidores de este delirante safari virtual por la ciudad.