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Dom, Abr

ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. En la memoria colectiva de las últimas generaciones de piuranos, tumbesinos y lambayecanos, el fenómeno El Niño, ya no es una novedad, está en la memoria colectiva, asociada a una gran experiencia como la de 1983, y la de 1998, pero sobre todo la primera, que nos hizo dividir el tiempo en “antes del Niño”, y, “después del Niño”. Ese impacto sobre la población se metió para siempre en las neuronas, y aunque queden pocos sobrevivientes de las diluviales aguas de 1925-1926, las lluvias del 83 marcaron eternamente mientras viva, a la generación que lo experimentó.

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ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. El 22 de noviembre de 1927 el pueblo de Tambogrande fue elevado a la categoría de villa, en medio de un gran reto para su Historia. La Historia es una ciencia que se encarga del estudio del pasado trascendente y no de todo el pasado. Los historiadores recrean hechos sociales e individuales que no pocas veces convertidos en coyunturas, generan cambios sociales que alteran fundamentalmente la manera de pensar, el modo de obrar, la cultura, y la estructura de la sociedad, y en uno de esos espacios, con grandes protagonismo para la historia regional y la historia nacional, está Tambogrande, espacio que bien puede ser el de una de las nuevas provincias de Piura, cuya jurisdicción con una villa cabecera homónima, se pierde más allá de sus raíces vinculadas a la presencia inca, cuando Tupac Yupanqui estuvo por estas tierras.

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ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. Entre el 29 y 31 de octubre, Lima ha sido la sede del XVI Encuentro Iberoamericano de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales, ocasión que ha permitido a los estudiosos de esta temática, no solo compartir sus experiencias en cuanto a la salvaguarda de los cementerios en los que trabajan, sino, aprender desde las diferentes miradas con las que se trata este patrimonio, asociado a la muerte. Una grata e impresionante visión de lo piurano con esta temática, se observa desde la primera imagen ampliada en la exposición, sobre una llorona de Piura.

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ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. El 28 de julio de 1821, el Gral. José de San Martin proclamó la independencia nacional, condensando en una frase, la voluntad de los pueblos peruanos, que venían luchando por su libertad desde 1780, y que habían manifestado su desconformidad con el dominio español, protagonizando alzamientos contra el régimen hispano, desde 1532.

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ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. Cuando me encontré con Carmen Arrese Pachérrez cerradita de luto por una de las calles de Lima, me extrañé tanto al verla sin su habitual vestimenta, que me alarmé mucho, sobre todo, cuando no paraba de llorar inconsolablemente. Sus lacrimales eran verdaderas cataratas, que dejaban como pigmeos a los diluviales aguaceros de 1983. Me imaginaba el diluvio universal, y de tanta lágrima que arrojaba como chisguete de carnaval, yo me sentí como un Noé sobre una barca.

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ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. Cuando llegamos a vivir a la Lotización Santa Rosa en 1960, nos enfrentamos a la realidad de sobrevivir en un desierto donde la visión se perdía entre las arenas, que en forma de médanos y dunas, a veces de formas fantasmales, nos invitaban a caminar sobre la frescura de su superficie cuando amanecía, o a calentar la planta de los pies cuando el sol estaba en ascenso.

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ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. Coincidentemente con el fenómeno El Niño de 1983, ese año comencé a investigar en los archivos históricos de Lima, vaya coincidencia, pero así fue como empecé a conocer históricamente a este fenómeno, que en más de una ocasión ha impactado a los piuranos, cuando la intensidad de sus reflejos va más allá de una bendición. Si ahora, en el 2015, por la falta de previsiones, hay un temor latente, es de imaginarse lo que habrá significado para los piuranos de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX.

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ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. La Historia Regional es una modalidad puesta en práctica a mayor escala en los últimos tiempos, y que ha dado frutos enormes recientemente, al permitir, como resultado de una variedad de investigaciones, que los pueblos tengan un mayor sustento para definir su identidad, a la luz de nuevas verdades reveladas por la Historia como ciencia. En el caso de Piura, investigaciones como las de Pavel Elías, Susana Aldana,Ann Marie Hocquenghem , Alex Diez Hurtado, Yanina Correa, Lorenzo Huertas Vallejos, Juan José Vega, Miguel Maticorena Estrada, José Antonio del Busto Duthurburu, Jacob Schlüpmann, y un conjunto de estudiosos, han generado que el interés por nuestro pasado crezca a pasos más grandes de lo imaginado.

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ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. El algarrobo piurano es una de la variedades de este encanto de la naturaleza, que también crece en otros países con el mismo nombre. En Piura, una de las canciones más representativas se llama como él, y asimismo hay barrios enteros y zonas urbanas con ese nombre, es decir, es un símbolo de Piura y de gran parte del Perú, como lo es la yerba mate para la Argentina y Paraguay. En julio del corriente año, la Asociación Ruta de la Yerba Mate, y el Municipio de El Tigre, en Buenos Aires, Argentina, organizaron una actividad denominada "Por la ruta del mate", destacando lo que significa esta yerba para los argentinos.

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ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. Cuando en el 2000 falleció Juan Vicente Requejo, el periodista sullanero con cargos nacionales e internacionales, el historiador Juan José Vega me dijo “Cuidado, las balas están pasando cerca”, lanzó esa expresión, porque varios amigos de él fallecieron en esos días. La muerte de Requejo le afectó mucho, eran amigos desde hacía tiempo, incluso, había sido testigo de su matrimonio, juntos compartimos algunas ceremonias académicas, sobre todo del universo Tallán, institución que fundamos en 1999. Vega falleció unos años después, tuvimos una larga amistad, conversábamos siempre, le tenía un gran cariño a lo piurano, y publicó varios artículos y libros sobre Piura.

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ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. Mientras mi barrio crecía, todo me parecía fantasía, mis padres compraron el terreno en 1955 en la Lotización Santa Rosa, que comenzaba casi en el colegio Las Capullanas y se prolongaba hasta Ventarrones, nombre bien puesto al sector, porque los vientos de agosto y setiembre levantaban tremendas polvaredas, que las arenas pasaban volando hasta “el otro lao”, saltando por encima del río Chira. Poco después, de la manera más irracional, solo por complacer apetitos personales, y a espaldas del vecindario, los militares golpistas, anexaron esa parte, sin el consentimiento de los propietarios, al naciente Sanchez Cerro, que tuvo un comienzo diferente, fue una invasión, que nada tenía que ver con los antiguos propietarios del sector.

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ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. En la primaria cursada en la Escuela Pre Vocacional 1031, después José Cardó, tuve gratas experiencias, una fue la de presidir el Club de Periodismo Ciro Alegría creado en 1967, cuando estaba en el quinto de primaria, hasta hoy recuerdo la lectura de las noticias que hacíamos cada mañana en el patio central, haciendo sonar en el intermedio de cada una, la melodía de Batman y Robin, que el profesor Palomino obtuvo en alguna disquera local. Fueron días muy gratos, teníamos un periódico mural a cargo del Club, y constantemente renovábamos los artículos, en los que aparecían dibujos de Jáger Núñez Ortiz, cuyas manos hicieron los mejores trazos que recuerdo de los años de esa instrucción básica regular.

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ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. En setiembre de 1983, las personas no dejaban de conversar sobre el fenómeno El Niño, y todo el impacto que les había causado esta experiencia, eran momentos inolvidables que los iban a recordar para siempre. La primera semana del mes mencionado, fui a visitar a mi tío Otoniel Ojeda Morales a Suyo, el campo estaba verde, como nunca en tantos años, era como si la tierra hubiese absorbido una humedad para 10 años, y cualquier semilla que cayera sobre ella germinara a velocidad increíble; los ceibos sintetizaban la alegría de la naturaleza, nuestro desierto castigado por la sequía, se alborozaba cuando el agua lo humedecía, pero esta vez quedó mojado a raudales.

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