ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. En años pasados era común ver en estampas llamativas, a cantidades de gallinazos dando de picotadas a los animales muertos en el camino, o en los improvisados basurales de los pueblos donde la baja policía era insuficiente o inexistente. Si se perdía un animal en el campo, sus dueños terminaban de buscarlos, cuando eran alertados por los gallinazos que revoloteaban en círculo, hasta bajar al sitio donde estaba el cadáver.
Miguel Arturo Seminario Ojeda
Saludes y más saludes
ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. Siempre me llamó la atención que muchos campesinos cuando venían de visita a mi casa, o cuando trataban con mi papá por asuntos contables, si él les preguntaba por alguien, en no pocas veces respondían que le traían saludes de esa persona. Y lo repetían siempre, como una expresión tan cotidiana, que no quedaban dudas que era una palabra usual entre ellos.
Pechitos con ají. Un grato recuerdo de la infancia
ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. Hoy suena raro hablar sobre los peches, esos pajaritos que si bien no eran comunes en las casas de Sullana, si se les veía en Tambogrande, Lancones y Querecotillo, y de vez en cuando, prisioneros en algunas casas del mundo urbano de Piura y Sullana. Al parecer, estas aves hacen su nido sobre la tierra, y procuran levantarlos lo más lejos posible de donde se desplazan seres humanos, en salvaguarda de las crías.
El Empreñadero de Querecotillo
ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. Cuantas verdades que encierra la Historia estarán atrapadas en busca de quienes las desentrañen, cuanto misterio aún no revelado aguardará que los trabajadores de la Historia como ciencia los hagan luz, y convertidos en verdades lleguen a las colectividades. Con toda seguridad alguna vez sabremos realmente el porqué del nombre de El Empreñadero, hoy llamado Santa Cruz.
El caballero Miguel Grau
ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. En Sullana, la antigua Plaza de la Independencia se llama ahora Plaza Grau, y todos los que nacimos en la segunda mitad del siglo pasado, así la conocimos, mientras que las generaciones precedentes la identificaban como Plaza de la Independencia, que era el nombre de esas cuadras que automáticamente en otro momento se transformaron en calle Juan José Farfán, cuando previamente también se llamaba calle Independencia.
Valiente yegua y valiente puta
ERP. Hasta no hace mucho, esta expresión, VALIENTE YEGUA o VALIENTE PUTA, era de uso común en el campo piurano, y en muchos sectores urbanos de las ciudades de Piura y Sullana, pero seguro era de uso general en todo Piura, porque cuando estaba con ayabaquinos, sechuranos, o gente de otras partes de Piura, era una expresión común, y más de una vez los escuche repetirla, incluso precedidas de un sonoro SO, oyéndose entonces, SO VALIENTE YEGUA, o SO VALIENTE PUTA, inclusive no fueron pocas las veces que escuché pronunciar “so valiente pucta”.
El pastel de fuente de Querecotillo
ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. Hacía muchos años que no comía un pastel de fuente como el que hacía mamá, eran de textura crocante, con sabor a canela y vainilla, tan ricos, que después de haber probado varios en los últimos años, ninguno era como el de ella, hasta que comí uno hace poco en Querecotillo, trasladándome hasta el mismo escenario de mi infancia y adolescencia, cuando probaba siempre ese pastel que debe ser uno de los dulces árabes que las moriscas trajeron a Piura, en plena conquista del Perú.
El Puente de Los Serranos
ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. Hay topónimos que a veces nos desconciertan a primera vista, y que nos invitan a investigar sobre el porqué de sus nombres, algunos ya no existen porque a la gente del mundo oficial les pareció que eran impronunciables, pero hay otros que sobreviven frente a esas agresiones, como EL PUENTE DE LOS SERRANOS. Ya casi nadie quiere decirle EL EMPREÑADERO a Santa Cruz, pero ese era el nombre que le dieron los tiempos, y los querecotillanos deben decir siempre para referirse a ese lugar este nombre que ahora está dentro de la advocación de la Santísima Cruz, lo que me parece muy bien, desde mi perspectiva de cristiano católico.
Ramón Castilla, un gobernante a partir de la realidad socio económica del Perú
ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. Hay personajes en la historia nacional, cuyo protagonismo está en la memoria colectiva, evidenciando el reconocimiento de la ciudadanía, que los ha inmortalizado dejándolos para siempre en la historia de los pueblos.
Las raíces piuranas de Ignacio Merino
ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. Ignacio Merino, el célebre pintor piurano cuyo Bicentenario de Nacimiento se aproxima, nació en Piura, el 30 de enero de 1817, su padre, don José Clemente Merino y Arrieta se desempeñaba ese año como subdelegado de Piura, y como lo hicimos conocer en el libro Piura y la Independencia, era un hombre que colaboraba con el aparato administrativo virreinal.
El legado de Ignacio Merino, a Piura y a Lima
ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. Entre la colección Ignacio Merino de la Pinacoteca del mismo nombre, la Municipalidad Metropolitana de Lima, destaca la colección del pintor piurano cuyo bicentenario de nacimiento se aproxima. Está comprendida por treinta y seis lienzos, que fueron cedidas por voluntad del artista antes de su deceso en París en 1876.
Un historiador y obrero de la pluma que deja huella
ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. Transitar por las huellas de la Historia, en un trabajo que se vuelve incansable, cuando de recrear las sendas del pasado se trata. En estos caminos, a veces incomprendidos, conocimos a Teodoro Hampe Martínez, un querido amigo, que aplicando los métodos de la Historia como ciencia, contribuyó a revelar una serie de enigmas sobre el pasado peruano, porque Hampe comprendió oportunamente, que la tarea de descorrer el velo del pasado, y presentar la luz de la verdad, es una tarea sin final.
La tradición perdida del día de las tinieblas en Sullana, Suyo, Querecotillo y Tambogrande
ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. Cuantas viejas y centenarias tradiciones se han perdido en Piura, hay algunas que se mantienen con permanente renovación, adaptándolas a la modernidad, y hay otras de las que no queda huella, como esa de la práctica de “Las Tinieblas” del Viernes Santo, tradición traída por los españoles que se quedó por varios siglos en Piura, pero ya no se vive entre las actuales generaciones.