ERP. Hay historias de vida verdaderamente admirables, protagonizadas por personas que, a pesar de las dificultades que les impone la vida, encuentran la motivación necesaria para salir adelante en el ámbito personal y familiar. Ese es el caso de Johana Nizama, quien no se rindió en su búsqueda de oportunidades laborales, pese a enfrentar una discapacidad severa. No es un camino sencillo, pero tampoco imposible, y su historia es prueba de ello.
Natural del Bajo Piura Johana Nizama comparte sus tareas diarias de madre con su trabajo en la Municipalidad Distrital La Unión, en Piura. Sus dos hijos, Axel Gael (7) y Noa Caleb (1), y su esposo, Víctor Vílchez, son su mejor motivación para salir adelante a pesar de su discapacidad severa, que adquirió hace 10 años tras sufrir un accidente.
“Estoy trabajando para apoyar a mi familia, contribuyendo al sustento de mis dos menores hijos”, destaca la exusuaria de la pensión no contributiva para personas con discapacidad severa, en condición de pobreza o pobreza extrema, que otorga el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), a través del Programa Nacional Contigo.
Debido a la autonomía económica que tiene desde hace siete meses, ya no recibe la pensión no contributiva, pero está agradecida de haber sido usuaria del programa. El dinero le permitió pagar los pasajes desde el centro poblado 19 de Agosto, en La Unión, para realizar su tratamiento de rehabilitación en el Hogar Clínica San Juan de Dios de Piura.
"Estoy trabajando por primera vez luego de sufrir el accidente. Me desempeño como asistente administrativa en la Omaped de La Unión. Estoy agradecida con Dios y les digo a todos que sigan luchando para salir adelante. No hay que rendirse porque como todas las personas tenemos derechos y deberes", resalta esta madre de 36 años
Johana está contenta de informar a otras personas con discapacidad sobre los servicios y beneficios que pueden recibir, entre ellos solicitar el canet del Conadis y, además, conocer los requisitos para la afiliación al Programa Nacional Contigo.
"Comprendo a las personas con discapacidad y entendiendo sus temores. Por mi propia experiencia, puedo decir que también tenía miedo de salir a la calle luego del accidente que sufrí. Mi motivación para salir adelante son mis dos hijos y mi esposo", enfatiza.
Te puede interesar
Además, cuenta con el apoyo de su madre, Isabel Huertas, quien la ayuda en el cuidado de sus hijos. Ni bien regresa a casa, ayuda a Axel Gael, que está en primer grado, en sus tareas del colegio y cuida a su pequeña Noa Caleb, quien nació con un soplo en el corazón.
"Llevo a mi Noa cada dos meses al Hospital Santa Rosa de Piura para su evaluación, el médico me ha dicho que está yendo bien. Además, cada tres meses tenemos que viajar a Lima para llevar al Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja", comenta.
Johana Nizama es un ejemplo no solo para las personas con discapacidad, sino para todos. Gracias a su autonomía económica, contribuye a mejorar la calidad de vida de su familia y ayuda a otras personas con discapacidad a conocer los beneficios a los que pueden acceder.