ERP. Miguel Arturo Seminario Ojeda. En varias ocasiones hemos destacado el papel de la mujer en la lucha por su reconocimiento como ciudadanas. En muchos lugares del mundo, las mujeres de hoy siguen luchando por mayores condiciones de igualdad, aspiran a tener totalmente los mismos derechos que el hombre, y gozar de las mismas oportunidades, y durante parte del siglo XIX, y el XX, esa lucha estuvo orientada a obtener un espacio en el camino del fortalecimiento de la democracia, y tener la oportunidad de mandar a nivel político.
Cada 8 de marzo, a nivel mundial se celebra el DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER, celebración que ya tiene más de un siglo, desde que en 1910, empezó a destacarse en un día, el rol de la mujer trabajadora, así como se pensaba en la eliminación de todas las formas de discriminación contra ella.
Estas reflexiones tuvieron un fuerte impacto en el Perú, sobre todo en una representante de estos movimientos que lucharon por la igualdad en derechos civiles y ciudadanos de la mujer, se llamó María Jesús Alvarado, mujer que en una conferencia pronunciada en la Sociedad Geográfica de Lima, en octubre de 1911, pidió el reconocimiento de la mujer como ciudadana.
Sin embargo, en el caso peruano, esta lucha ya llevaba un buen tiempo, conociéndose en la actualidad, como dato más remoto de este protagonismo alrededor de la inclusión social, al Dr. Celso Bambaren Ramírez, quien hace 150 años, en 1867, pidió en el Congreso de la República, la igualdad para la mujer, con respecto a los derechos que gozaba el varón.
Celso Bambaren fue constituyente por Ancash en 1867, y senador por la misma repartición geográfica, desde 1886 hasta 1893, fue un médico de posición liberal, con pensamientos de avanzada, que tuvo que lidiar contra la mentalidad dominante en el Perú, con miras a la consideración de la mujer en igualdad de condiciones con relación al varón.
Hubo grupos feministas en el mundo desde fines del siglo XIX, en el Perú existen desde las primeras décadas del siglo XX. Desde 1911 empezó a celebrarse en Alemania, el Día Internacional de la Mujer. Muchos años después, en 1972 la Asamblea General de las Naciones Unidas, declaró a 1975, como el año internacional de la mujer, y posteriormente, en 1977 se motivó a todos los países a declarar un día como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
En Estados Unidos empezó a celebrarse un día por la mujer desde 1908. Poco después, en 1910, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas reunida en Copenhague, se proclamó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el objetivo principal que se proponían las mujeres era, era promover la igualdad de derechos, dentro de los cuales no podía faltar el derecho a sufragio para ellas.
La lucha de las mujeres por lograr su reconocimiento como ciudadanas en el Perú, se puede observar en la exposición itinerante, que con este motivo se ha montado en la galería de la Casa de la Cultura de Querecotillo, y que estará abierta hasta el 31 de marzo, actividad coordinada entre el Museo del Jurado Nacional de Elecciones, y el Movimiento Cultural Querecotillo en Acción. En esta exposición temporal se destaca esta lucha, en la que muchas mujeres dejaron una huella perdurable, entre las que se proyecta a Zoila Aurora Cáceres, Ángela Ramos, María Jesús Alvarado y Magda Portal. La exposición estará abierta al público, hasta el 31 de marzo.
En Piura la participación de la mujer en el mando, no es una novedad, y aunque quizá es el caso de la candidata al concejo provincial de Sullana, en las elecciones municipales de 1980, doña Luisa Mondragón Miranda de Castillo, el primero que en Piura la lista es encabezada por una mujer, ese deseo de participar en el mando es muy antiguo, se protagonizó en el mundo tallán, con la aceptación institucionalizada de la capullanía.
Las capullanas fueron mujeres con mando, así dicen los cronistas, es decir, no solo eran dueñas de tierras, tomaban decisiones, y los demás obedecían, eran las “señoras”, cuyos súbditos les debían obediencia. Esta tradición, estudiada antropológicamente, nos ha permitido entender, la sobrevivencia en el Bajo Piura, de una especie de matriarcado, en el que la mujer ha participado y participa en la toma de decisiones en el hogar.
Mujeres que se han destacado en la política en Piura, podemos citar a una lista grande, en la que no podemos omitir a Carlota Ramos de Santolaya, Josefina Ramos Cabredo de Cox, y María Cabredo de Castillo. Carlota Ramos fue la primera diputada por Piura, y Josefina Ramos, una arqueóloga que incursionó en el universo de la política, sin obtener una curul en 1956, año en el que por primera vez las mujeres participaron en procesos competitivos para llegar al parlamento. Luego lo harían Martha Peralta de Ruiz al Congreso de la República, y Nedda Bel Yaksetig como consejera en dos ocasiones en elecciones regionales.
Hoy las mujeres se organizan en todos los campos de la pluricotidianidad, están en la lucha por la igualdad, ocupan cargos importantes, ya su mundo no se reduce a lo cultural y artístico y a la asistencia social a los más pobres, y a organizaciones pías, la mujer está en todo, y en los países donde aún se mantiene un recorte por sus derechos, siguen en pie de lucha, para lograr un mundo de igualdad.
Si tuviésemos que mencionar a piuranas presentes en sus propios espacios en la Piura del siglo XXI, la lista será de nunca acabar, por hoy debo mencionar a Elvira Castro de Quiroz, Ivonne Mansilla de Mata, Isabel Ramos Seminario, Margarita Vega Arámbulo, Leonor López Murillo, Liliam Hidalgo Benites, Hortensia Seminario Gallo, Carmen Cruz Delgado, Petronila Peña Acaro, Doraldina Martínez Otero, Marcela Ruiz Carnero, Socorro Orrego Zapata, Pilar Astudillo Arias, y otras tantas cuyo listado queda para otro artículo.