ERP. El Museo de La Huaca, es un oasis cultural en una región de una diversidad y riqueza natural y cultural, pero que no se desarrolla por falta de creatividad e inteligencia; sin embargo, en el distrito de La Huaca, provincia de Paita, funciona el Museo Polivalente Elba Aranda de Sarango, una iniciativa privada por doña Elba y sostenida en las últimas décadas por Jaime Arturo Sarango Aranda, quien dejó de existir el último 14 de diciembre.
Jaime Arturo, cumplía su labor cultural con mucho esmero y dedicación; lo hacía por amor a los secretos de las quebradas y los hallazgos singulares del distrito de La Huaca, vocación que la heredó de su madre y que demostraba en cada una de las visitas. Era una persona amable y un expositor versado de las piezas culturales que mantenía con suma diligencia y que exponía a las delegaciones que visitaban esta iniciativa privada.
Su local, se encuentra ubicado en plena vía Sullana-Paita, en La Huaca; miles de visitantes se han sucedido a través del tiempo y allí estaba presto y diligente Jaime Arturo, para explicar la historia del país y sobre todo los detalles de las piezas culturales. No tenía subvención estatal y tampoco la tiene, pero no era óbice para generarse los ingresos que les permite financiar las labores de mantenimiento.

Lo conocimos en una de las visitas realizadas y constatamos su esforzado talento para difundir la cultura regional; aún siendo un lugar pequeño, lo gestionaba de la mejor manera para ubicar cada una de las piezas, antiguas y contemporáneas, pasando por el contexto histórico, tan necesario para comprender las características del museo paleontológico.
Tenía la capacidad para entender las preguntas más complejas como las más sutiles; seguía el circuito y luego, exhalaba la satisfacción e importancia de ser un promotor cultural, en una región que podría emular su ejemplo y de repente desarrollar el museo del petróleo en Talara, el agrario en el valle del Chira, donde se pondría en valor los cambios habidos a través del tiempo; pero no, esas ideas simplemente no existen.
Conocí a la señora Elba Aranda, cuando con la afabilidad propia de quienes aman la cultura, me invitó amablemente visitar su Museo; lo hice y pude advertir que era una iniciativa importante y singular, considerando la riqueza paleontológica de La Huaca. Luego, el tiempo pasó por ella y dejó de existir tanto como ha sucedido en esta oportunidad con Jaime Arturo, quien deja la posta que seguro continuará otro de sus familiares.
Es un deceso con reconocimiento espontáneo, de agradecimiento de un pueblo ubicado en el bajo Chira y que asume características diferentes, cuando el torrentoso río Chira crece por las altas lluvias que se presentan en la naciente del mismo en la parte de Ecuador y también en la provincia de Ayabaca. Hablar de La Huaca, no solo era referirse a una zona llana con uso agrícola, sino igualmente a otra de pequeñas elevaciones, que guarda en el subsuelo secretos que se deben develar.

Esas presunciones de “secretos” fue la labor iniciada por doña Elba y continuada por su hijo Jaime Arturo, es igualmente lo que queda pendiente para quien o quienes asuman el reto de la continuidad. Realizar investigaciones para explicar el pasado, merece el respaldo ciudadano y sobre todo estatal. En el Museo Polivalente Elba Aranda de Sarango se demostró que es posible la iniciativa privada y que funciona incluso alejado de la parte pública, haciendo ellos mismos servicio público.
Don Jaime Arturo Sarango Aranda, partió a una vida trascendente y no material; dejó como legado en esta vida, la continuidad del Museo, haberlo sistematizado, incorporado más bienes culturales y exponer constantemente al público local y visitante una explicación telúrica de lo que es la Huaca, como centro poblado y lo que guarda en sus entrañas que amerita recuperar y darle valor.
¡Descanse en Paz, Jaime Arturo Sarango Aranda!


