ERP. El papa León XIV impartió este domingo 19 de octubre una emotiva bendición a la imagen del Señor de los Milagros al término de la misa de canonización de siete nuevos santos, celebrada en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
La réplica oficial del Cristo de Pachacamilla, patrono del Perú, fue trasladada en solemne procesión por las calles de Roma hasta el corazón del mundo católico, en una jornada marcada por la fe y el fervor popular. Cientos de peruanos y fieles latinoamericanos residentes en Italia y llegados desde distintos países de Europa se congregaron para acompañar la histórica ceremonia y recibir la bendición del Santo Padre.
Al término de la ceremonia, el papa León XIV se acercó a bordo del papamóvil hasta el sector donde se encontraba la imagen y, en medio de aplausos y cánticos, impartió su bendición. El gesto del pontífice, profundamente devoto del Cristo Moreno, fue recibido con gran emoción por los asistentes.
“Estamos emocionadísimos. El santo padre pasó con el papamóvil y bendijo la imagen y a todos los fieles. Había muchísima gente, pero se sintió su cercanía y su cariño por esta devoción tan grande del Perú”, expresó Wilmer Oblitas, presidente de la Hermandad del Señor de los Milagros en Roma.
Desde el Vaticano, el cardenal Pedro Barreto destacó el fervor y la unión de los migrantes peruanos que participaron en esta manifestación de fe.
“Estamos viviendo una experiencia de comunión con Cristo, el Señor de los Milagros. Esta devoción nació de un migrante africano en Lima, y hoy los migrantes peruanos en diversas partes del mundo se reúnen aquí, en el corazón de la Iglesia, para renovar su fe y su compromiso con el evangelio”, declaró el purpurado.
La Plaza de San Pedro se convirtió así en el epicentro de la devoción morada, con la presencia de más de 4.000 fieles llegados de América del Sur, Estados Unidos y Europa. Entre los devotos se encontraban cargadores, cantoras y sahumadoras, vestidas con el tradicional hábito blanco y morado, quienes acompañaron el recorrido de la imagen entre plegarias y cantos.
Al concluir la ceremonia de canonización de siete nuevos santos, y tras el rezo del Ángelus, el santo padre, “peruano de corazón”, dirigió un saludo a los peregrinos.
“Extiendo mi saludo a los peregrinos presentes, en particular a la Hermandad del Señor de los Milagros, que ha celebrado la tradicional procesión”, dijo el Pontífice entre aplausos.
La devoción al Señor de los Milagros, nacida en Lima en el siglo XVII, trasciende hoy fronteras y se ha convertido en un símbolo de identidad, esperanza y unidad para los peruanos en todo el mundo.