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Dom, Oct

Los jóvenes de la Generación Z

Miguel Godos Curay
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ERP. La contundente marcha de los jóvenes universitarios limeños de San Marcos, Villarreal, UNI, la Cantuta y la Pontificia Universidad Católica con la secuela de una desproporcionada represión policial fueron el detonante para la crisis política fue el desenlace que mandó a Dina Boluarte a su casa. Se suman a ello las declaraciones del entonces Ministro de Transportes y Comunicaciones (MTC) César Sandoval emplazando al Cardenal Castillo Mattasoglio en defensa del gobierno.

Por. Miguel Godos Curay

Periodista y docente universitario

El Cardenal Castillo en declaraciones a la prensa y refiriéndose a los jóvenes que tomaron las calles en señal de protesta, fue muy preciso frente a las desafortunadas declaraciones de los voceros del gobierno. “Aquí no hay terroristas, aquí hay personas con derechos, con dignidad. Y nuestros jóvenes, por más que sean llamados Generación Z, tienen mucho que decirle a la humanidad (…) Vamos a decir esperanza con Z”, dijo el cardenal peruano al referirse a esta bulliciosa y violenta toma de las calles de la capital

La Generación Z o “Gen Z”, versión peruana, está conformada por miles de jóvenes universitarios que desafían al poder político con sostenidas marchas de protesta dirigidas contra los visibles rostros de la corrupción política en el país. El gobierno no acierta en sus acciones y decisiones frente al crimen organizado. Se muestra por el contrario, indiferente e impotente frente a la arremetida de la extorsión criminal y la delincuencia. La Gen Z está conformada por jóvenes nacidos entre el 1995-2010 convertidos en protagonistas de marchas que toman las calles en diversos rincones del planeta. Es tal su unánime presencia que arrincona a los políticos corruptos que acaban arrinconados por las legítimas demandas ciudadanas.

En Nepal, la “Gen Z” logró derrocar, el 9 de septiembre, al primer ministro K.P. Sharma Oli, en menos de 48 horas, aunque con un alto precio: incendios y saqueos, y más de 70 muertos. En Lima, bastaron tres días de protestas para responder a los señalamientos de terrorismo de la presidenta. El repentino relevo presidencial es una consecuencia, con plazo indeterminado, si prosigue la indiferencia en las decisiones del congreso y el Ejecutivo. Las aguas, en aparente calma, de no cambiar la conducción política del país vislumbra una respuesta política contundente a nivel nacional. Ni los gobiernos locales, regionales y el propio Ejecutivo se libran de esta respuesta ciudadana.

En el país no se han resuelto los escándalos que responsabilizan a Boluarte por el uso excesivo de la fuerza, el enriquecimiento ilícito, el favorecimiento indebido, nepotismo y redes de corrupción a todo nivel. Otro punto de controversia es la reforma del sistema de pensiones que obliga a los jóvenes mayores de 18 años a afiliarse a una administradora de fondo de pensiones (AFP). Así como el exigir a los trabajadores independientes aportes obligatorios desde el 2028. La reforma, la Ley Nº32123 aún está pendiente. El desempleo juvenil es una cifra creciente en las estadísticas y la falta de oportunidades una respuesta ineficaz. Urge al gobierno colocar candados al nepotismo político en los municipios, gobiernos regionales y otras dependencias públicas en donde se debe asignar por ley cuotas laborales a los más calificados egresados de las universidades públicas.

En el escenario nacional. La gota que derramó el vaso fue el ataque armado, el último miércoles 8 de octubre, a los integrantes de Agua Marina, popular conjunto musical sechurano que brindaba un concierto en Chorrillos. Cuatro de sus integrantes fueron alcanzados por la ráfaga de metralla de una Uzi arma de guerra. Las facciones congresales que apoyaban a Boluarte le dieron la espalda y votaron unánimemente por la vacancia por “Incapacidad moral permanente” una figura jurídica reciente que no deje indemnes a los partidos que la dejaron sin respaldo. Al final de acuerdo al mandato constitucional llevó al Presidente del Congreso José Jerí Oré a Palacio de Gobierno. Jerí Oré no escapa a esta serial de acusaciones por conducta impropia.

Es de advertir que la Gen Z conformada por nativos digitales es una potente red de redes no despolitizada que opera en permanente comunicación. Ahí nadie manda pues todos tienen capacidad de convocatoria. Frente a la caída de los tirajes de los diarios y la acomedida y graciosa concesión de la radio y televisión con el gobierno son un potente medio de opinión y crítica. Los jóvenes de la Gen Z sin la acostumbrada mermelada de los medios digitales sumisos han redefinido su participación en la esfera pública. No tienen interés ni son adeptos de los partidos tradicionales, detestan la militancia rígida, repudian las militancias y señalan en todo lugar las incongruencias políticas. Sus explicaciones ideológicas no se inclinan ni a la izquierda ni a la derecha. Ni tienen disposición para seguir candidatos ni viven de la obediencia política. La desobediencia radical es su razón de ser. Sus canales de expresión son muy espontáneos y claros en señalar las fracturas de una sociedad corrupta ante la que se invisibilizan los problemas.

Se trata de una novedosa forma de comunicarse y expresarse. Son jóvenes que han descubierto el poder de la tecnología en sus manos y les permite empoderarse frente a los múltiples rostros de la insolvencia moral, la corrupción, la manipulación ideológica y el viejo orden de repartijas y conveniencias. Frente a los viejas y anquilosadas formas de uso y abuso del poder oponen la denuncia certera y sin censuras utilizando las dinámicas de las redes sociales hasta que las manzanas podridas caigan. La indignación rabiosa de ayer se ha convertido en un inocultable emplazamiento público de los administradores del poder.

Desde esta perspectiva el joven que utiliza su dispositivo para divulgar contenidos risibles es un tonto útil frente a aquel que sintoniza sus reclamos y reorienta sus demandas y emociones a un cambio urgente y necesario. El cuestionamiento y la rebeldía brotan en las redes a través de la imagen y la palabra. Esta forma de comunicar es creativa y vigorosa. Dura y fuerte como una potente pedrada pero muy sensible como la flor de loto diría Lennon. Los Z se expanden por el mundo. Son una reacción incontenible con grandes movilizaciones en Kenia, Indonesia, Nepal, Filipinas y, Madagascar, uno de los países más pobres de África. Aquí tomó las calles como reacción ante los constantes cortes de agua y luz, que afectaban a poblaciones enteras y sobre todo a los jóvenes. Piura y el Perú no son la excepción.

Diario El Regional de Piura
 

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