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La Independencia de Piura, a puertas del bicentenario

Miguel Arturo Seminario Ojeda
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ERP. Por: Miguel Arturo Seminario Ojeda. En 1921 la celebración del Centenario de la Independencia de Piura, fue recordada por los piuranos, de manera singular, para el efecto se mandó a acuñar una medalla que muy pocos piuranos conservan en la actualidad, pero el día no pasó desapercibido, en su celebración del 4 de enero de 1921.

3 años nos separan para la celebración de ese memorable suceso, que recordamos cada 4 de enero, pero nos preguntamos, si bien es cierto que se hacen noticias sobre la proximidad del bicentenario de la proclamación de la independencia del Perú, a nivel regional, somos conscientes, conocemos la mayoría de los piuranos, que en la región, las proclamas de la independencia en Piura, Sullana, Paita, Sechura, Querecotillo, La Huaca, Huancabamba y otros lugares, se hicieron en enero de 1821.

El 4 de enero de 1821, los piuranos vivían con incertidumbre, quizá uno de los episodios en que los ciudadanos y no ciudadanos tuvieron que tomar una decisión de inmediato, frente a una invitación que los motivaba a expresar solemnemente, lo que ya vivían desde hacía más de una década, porque el espíritu de independencia no se improvisa de un instante al otro, se forma lentamente, como un acto consciente, que se fortalece con cada vivencia.

Lo dimos a conocer en una publicación auspiciada por el Concejo Provincial de Piura, que, mucho antes de 1821, ya varios piuranos habían sido ganados por el ideal de independencia, eran piuranos que habían alcanzado una madurez en todo sentido, y sabían que eran capaces de gobernarse ellos mismos, sin la interferencia de un gobierno que no era nacional.

Había que emanciparse, romper el vínculo político que nos ataba a España, nación que en su momento fue la portadora de la cultura occidental que se trasladó hacia América, y que junto con el elemento nativo, daría paso a las naciones americanas, que ya mixtas, aspiraban a regir sus propios destinos, pese a la resistencia de la corona española; era un momento, como cuando los padres se oponían a que los hijos e hijas se separaran de la tutela familiar.

Sin ser el único, en ese protagonismo, Miguel Jerónimo Seminario y Jaime resulta ser el actor principal, en realidad fue uno de los actores principales, porque no solo los criollos terratenientes y militares estuvieron en este escenario de toma de decisiones, lo estuvo el estamento medio, y el estamento popular, como lo demostró el doctor Miguel Maticorena Estrada, al hacer la interpretación de una de las versiones, de cómo se vivió lo que describen en el tránsito de la independencia en Piura.

Así se llegó al 4 de enero de 1821, y tras de la lectura de los pliegos enviados por Torre Tagle, desde Trujillo, después que en esta ciudad se hiciera la declaración y proclamación de la independencia a fines de 1820, los piuranos tenían que tomar una decisión, es decir, apresurar lo que con toda seguridad ya habían decidido, ser libres e independientes de toda dominación extranjera, no solamente de la española.

Las mujeres de Piura no estuvieron ausentes en este suceso, ellas bordaron la bandera de esta gesta, ese textil, hecho por manos de damas piuranas en 1821, se conserva en el Museo de Arqueología, Antropología e Historia, y si no vuelve a Piura, es necesario que se haga una réplica para la ciudad y toda la región, para que flamee cada 4 de enero, sin esperar el Bicentenario de la Independencia; que emoción experimenté cuando tuve en mis manos las medallas de plata y bronce que se acuñaron con motivo del Centenario de la Independencia de Piura, y cuando vi esa bandera.

Cada 4 de enero reflexionamos sobre lo vivido, y recordamos los nombres de los protagonistas de nuestra independencia, ¿somos dignos del país por el que lucharon nuestros pretéritos?, hagamos un examen de conciencia para pensar, qué hemos hecho por nuestra patria chica, y no solamente, que hemos hecho a nivel individual, y que junto a nuestras conciencias responda cada una de las autoridades, que desde sus diferentes cargos han debido y deben procurar el bienestar de todos los piuranos.

Miguel Arturo Seminario Ojeda/Director del Museo Electoral y de la Democracia del Jurado Nacional de Elecciones.

 

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