ERP (Fuente: Univisión) El partido Republicano se reunió durante dos días (jueves y viernes) en Hershey, Pensilvania, la misma ciudad donde se hacen los chocolates. Pero este importante encuentro, el primero que incluye a políticos de ambas Cámaras en 10 años, tiene muy poco de dulce.
Representantes y senadores tienen como fin elaborar estrategias y políticas lo suficientemente efectivas para llegar a la Casa Blanca en 2016, y una de ellas es una reforma migratoria. "Creo que el compromiso de los líderes del partido no es sólo hablar del tema de la reforma migratoria sino abordarla con proyectos de ley por separado", dijo a periodistas el representante Jeff Denham (California).
El partido quiere una "reforma integral amplia", explica la analista republicana Helen Aguirre, y la forma de hacerlo es presentando "trozos, y que cada trozo complete una cuadro sostenible y eficaz", agrega. Congreso de mayoría republicana inició la primera de muchas batallas políticas que se espera le dará al Obama.
"Creo que lo primero que van tocar es el tema de la seguridad fronteriza", opina Arnoldo Torres, analista independiente. Pero esto no es nada nuevo, ha sido la postura del partido desde hace mucho.
"No tienen una estrategia clara", indica Torres. "La única estrategia es que quieren seguir siendo escuchados y tener una voz", por ello votaron en contra de la Acción Ejecutiva del presidente Obama el pasado miércoles.
Pero ese voto le dejó un sabor amargo a la comunidad inmigrante. "El partido sigue aferrado a una época de racismo y desconfianza y no acepta el mundo como es", opina el activista Salvador Reza, en Arizona.
"Votamos en contra de la medida no porque es antiinmigrante, sino porque el partido está en desacuerdo con los excesos de poder del presidente", dice Adolfo Franco, ex asesor del presidente George W. Bush (2001-2009).