ERP/Nelson Peñaherrera Castillo | @nelsonsullana. El cierre de fronteras ordenado por el presidente ecuatoriano Daniel Noboa el 24 de diciembre de 2025 busca contener la violencia interna y el avance del narcotráfico. La medida clausuró casi todos los pasos oficiales con Colombia y Perú, dejando habilitados únicamente Rumichaca (norte) y Huaquillas (sur).
En términos de seguridad nacional, la decisión parece lógica: concentrar el control en dos puntos estratégicos facilita la vigilancia y reduce la permeabilidad. Sin embargo, el efecto colateral es evidente: los problemas que Ecuador intenta resolver se desplazan hacia sus vecinos, especialmente hacia las regiones fronterizas de Tumbes y Piura.
Piura: emergencia sobre emergencia
- Antes de Navidad: Los distritos de Lancones (Sullana) y Suyo (Ayabaca) ya estaban bajo emergencia por inseguridad.
- Desde el 24 de diciembre: Se sumaron Sullana y Bellavista, todo el eje de Piura Metropolitana, y las provincias de Paita y Talara.
- Esto significa que gran parte del territorio piurano está bajo régimen de excepción, en un momento en que el cierre de fronteras puede intensificar la presión criminal.
El dilema regional
- Migración del crimen organizado: Al cerrarse los pasos oficiales, las bandas ecuatorianas pueden recurrir a las trochas ilegales. En Tumbes se han identificado 137 pasos clandestinos, y en Piura existen múltiples rutas rurales en Suyo, Ayabaca y Lancones.
- Impacto económico y social: Comerciantes, transportistas y comunidades binacionales pierden acceso a mercados y movilidad cotidiana.
- Congestión en Huaquillas: El único paso oficial abierto en el sur concentra migrantes y mercancías, generando crisis humanitaria y riesgo de corrupción.
- Expansión del riesgo: La declaratoria de emergencia en Piura coincide con la posibilidad de que el crimen organizado ecuatoriano “migre” hacia territorio peruano.
Daniel, ¿no la estás regando, ñaño?
Lo que Noboa intenta es cerrar la puerta principal de su casa para contener la violencia, pero en la práctica expulsa la basura hacia la vereda de sus vecinos. Piura, ya golpeada por la inseguridad, se convierte en un corredor vulnerable.
La medida ecuatoriana puede ser vista como acertada en lo inmediato para Quito y Guayaquil, pero problemática para Piura y Tumbes, que ahora enfrentan un doble desafío:
- Emergencia interna por inseguridad.
- Presión externa por la migración del crimen organizado.
Otrosí digo:
- Seguridad vs. crisis humanitaria: Ecuador gana control, pero Perú recibe la presión.
- Emergencia ampliada: Piura Metropolitana, Sullana Metropolitana, Paita y Talara se suman a Lancones y Suyo en estado de excepción.
- Trochas ilegales: El cierre oficial puede fortalecer las rutas clandestinas y las economías criminales.
Así que mientras Daniel Noboa limpia su casa, nos deja la tierra en nuestros patios que sirven como lindero. ¿Habrá una reacción inteligente de Lima y Bogotá? Lo dudo. Solo espero que tenga criterio técnico, realista y diplomático; porque si optamos por las opciones Jerí –o sea, figuretismo más populismo a granel—, el remedio será peor que la enfermedad.

