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Mar, Abr

Piura: trabajos de prevención que relegan y relegaron autoridades del departamento

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ERP. La creciente del río Piura ocurrida en el 2017, develó la vulnerabilidad de poblaciones ubicadas en la ribera de las ciudades de Piura, Castilla, Catacaos, Cura Mori, otras poblaciones rurales del Bajo Piura, cuyas aguas se salieron por los diques que no fueron protegidos en el momento oportuno. Han pasado cerca de dos años y varios de los puntos débiles siguen tal y conforme se observaron en aquella oportunidad.

Un rápido recorrido por Diario el Regional, comprobó que no existe ninguna acción prevista para acabar con la angostura creada en el Puente Cáceres. El conocido cuarto puente, fue puesto en servicio el año 1995, se evidenció su precariedad cuando dos policías cayeron al lecho, felizmente salvando, suerte que no les acompañó a quienes años después tuvieron el infortunio de caer con su vehículo. La causa, barandas de plástico con concreto en su interior.

Las barandas son las mismas, se cambió solo la parte averiada y quizá esperando que suceda otra desgracia para lamentarse y actuar. De igual manera se desconoce si existe alguna posibilidad para la construcción de un nuevo puente que reemplace al actual y que corrija el estrangulamiento del cual fue objeto. 

Puente Cáceres sigue igual, con barandas de plástico y sin posibilidad de uno nuevoPuente Cáceres sigue igual, con barandas de plástico y sin posibilidad de uno nuevo

El Puente Sánchez Cerro, principal construcción que permite el paso peatonal incuso en los momentos más difíciles y ha demostrado ser uno de los más sólidos en su construcción, va muriendo no por el paso del agua, sino por el abandono estatal. A su costado por el lado de Piura, muros de protección y seguridad derribados hace algunos años, sigue siendo una trampa mortal, porque no se ha colocado ni siquiera cinta de seguridad indicando peligro. 

Nos encontramos con el señor Víctor Sernaqué de la Municipalidad de Piura y su primera apreciación fue cuestionar esa dejadez. ¿Cómo puede dejarse una trampa mortal en una zona donde la población cruza y podría caer a las aguas del Piura, cuándo este crece?. No se ha hecho nada y tampoco existe claridad de que institución debería reparar este daño. 

Parte destruida en la margen derecha del río Piura

Se ha construido un nuevo Puente, llamado Rojo, o Eguiguren o Juan Pablo Segundo; se ha puesto los muros de contención laterales, cambiando la ingeniería dde los anteriores que comprenden pilotes y que han dado resultados, los actuales solo son revestidos; además, algo tan elemental como serían los muros verticales de contención para los peatones no existen. Varios ciudadanos consideraron como un olvido impropio de los responsables de la ejecución. 

Si alguien creyó que la desgracia de miles de piuranos, iba a significar mayor responsabilidad y decisión de las autoridades, se equivocaron. Después del desastre, no se estableció ninguna metodología para recoger las prioridades y las obras de prevención a realizar. Lima decidió un Plan Integral con ideas sueltas construidas de manera separada con los aportes del Gobierno Regional y Municipalidades. El resultado fue develado casi dos años después con una creciente de 1503 m3/s y ninguna lluvia importante en la ciudad de Piura y otras del departamento. 

En construcción de Nuevo Puente, obviaron los muros laterales de seguridadEn construcción de Nuevo Puente, obviaron los muros laterales de seguridad

Son solo pequeñas evidencias de una realidad más crítica de lo que sucede en la región Piura. Por ejemplo carreteras sin puentes y solo con badenes. Una pequeña lluvia activa la quebrada y las poblaciones quedan aisladas. Se ha visto en la quebrada San Francisco donde se ha construido una flamante vía, pero si trae agua y bastante ya no se puede pasar. ¿Puente?, esperará el sueño de los justos. 

Badén en quebrada San Francisco no sirve de nada cuando llueveBadén en quebrada San Francisco no sirve de nada cuando llueve

Lo mismo sucede en Yapatera, un badén que queda inutilizado cuando es cubierto por el agua. Yendo por la vía hacia Huancabamba, el río Serrán y río Seco, que en épocas normales no transportan agua, se convierten en periodos lluviosos en tumultuosos ríos que transportan agua, piedras, árboles y demás. Dicen que realizar un puente sería demasiado oneroso, pero esa es la solución y no otra; podría enumerarse lo que debe realizarse y no se ha hecho, pero para muestra el análisis suficiente. 

Muchos se han dedicado a dar énfasis al río y una visita a varios diques del Bajo Piura, demuestra que el desastre no sirvió para mucho, conforme lo comprobamos en los recientes trabajos del Dique Simbilá, justamente uno de los lugares por donde se desbordó el río e inundó Catacaos y otros pueblos. 

Dique Simbilá, de no mediar creciente seguiría igual Dique Simbilá, de no mediar creciente de río seguiría igual

¿Qué se hizo?. Los trabajos previos comprendieron el retiro solo de la arena del cauce para permitir más masa de agua y se gastaron muchos millones de soles, pero se olvidaron darle la misma prioridad a las márgenes derecha e izquierda por donde pueda fluir el agua en caso que el caudal sea significativo. Un olvido imperdonable y que no se sabe a qué institución compromete. 

Le pedimos una explicación de esta situación al planificador Juan Aguilar Hidalgo y la respuesta es práctica, racional y que todos deberían trabajar para actuar en función a lo que realmente se quiere. 

“Primero, se debe decir que no existe una cultura de prevención de autoridades y población misma; luego hay confusión sobre quién tiene competencia para actuar es el ¿Ana, el Minagri, el GRP o el municipio?, no se sabe; tercero porque los recursos los tiene el Gobierno central y finalmente porque no hay sanciones a quienes dejan de hacer sus tareas y exponen a la población al peligro” indica el especialista. 

La parte estructural se requiere y es una expectativa de largo aliento; la no estructural de igual manera y así lo expresó recientemente el Dr. Jorge Reyes Salazar de la Udep, quien conoce el río con mucho detalle. Se le debe estudiar día a día expresa y es verdad; se debe conocer lo que acontece con cada lluvia que ocurra en nuestras cuencas y subcuencas. Se requiere una mirada integral y competenncias para que las decisiones no estén tan dispersas. 

Es posible pensar en serio la región, con las mentes más ilustradas de la academia, institucionalidad, organizaciones de la sociedad civil y de la población misma. Es posible, por el momento caminamos a ciegas, sin competencias definidas, sin capacidades institucionales, sin una sociedad civil más informada y participante. 

Diario El Regional de Piura
 

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