26
Vie, Abr

Los huecos de Sapillica

Nelson Peñaherrera
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

nelson penaherrera castillo1ERP/N.Peñaherrera. Ayer, unos 250 policías llegaron hasta Sapillica, Ayabaca, (especifico por si a cierto consultor minero se le ocurre anexarlo a Tambogrande) para desmantelar maquinaria e instalaciones mineras ilegales.

Por lo menos media docena de caseríos fueron cubiertos por la acción. La que fue más sorpresiva que lotería. Y los mineros ilegales se habían comprado, queriéndolo, todos los boletos.

Obviamente que la acción policial, si no ha incurrido en ningún abuso, es saludable, tanto por salud como por saludo.

De lo segundo ni sueñen que les flamearé pañuelo, pero tampoco les menoscabaré el mérito: estuvo bien hecho y se merecen una gran felicitación.

Lo primero sí me preocupa mucho pues es harto conocido que la palabra mayormente erradicada por la minería informal es: precaución.

La forma cómo se extrae el mineral y cómo se procesa sigue representando un riesgo para las personas que trabajan en esa actividad y para quienes vivimos en Sullana. ¿Por qué? Acudamos a la Geografía.

La zona minera informal de Sapillica se asienta en la sub-cuenca alta del Chipillico, el mismo río que viene a dar entre somate y Chilaco-Pelados, y desemboca en el Chira.

Salvo mejor parecer, aguas abajo están Querecotillo, Salitral y el área metropolitana de Sullana... y más abajito La Huaca, Amotape, Tamarindo, Pueblo Nuevo de Colán, y así hasta el Pacífico.

Aunque la actividad minera ilegal en Sapillica no comenzó ayer –recuerdo haber escrito sobre ella en 2001-, al menos representa un alivio desde el punto de vista ambiental, que es un acápite por demás vulnerado de nuestra realidad.

La inquietud que tengo ahora es cómo las autoridades nos asegurarán que los campamentos, las maquinarias y las instalaciones dejarán de operar definitivamente. ¿Podría haber la posibilidad de que el operativo pase y las cosas allá arriba regresen a ser lo que han sido por más de una década?

Aún se desconoce cuál es el impacto que esa falta de precaución allá arriba está representando para nuestras vidas, y la verdad es que necesitamos saber con la finalidad de prevenir, si es que aún podemos prevenir... y si ya no, curar para evitar mayor deterioro.

Ojalá que el operativo venga con un programa que reoriente la vocación empresarial de quienes se han dedicado a la minería ilegal, para que realicen actividades más ecoamigables.

En el espíritu de la COP 20, es un tema que tenemos que asumir con mayor ahínco y profundidad. ¿No les parece?

(Opina al autor. Síguelo en Twitter como @nelsonsullana)

 

Publicidad Aral1

Paypal1