Caprichos tiene la sed
ERP. (Por: Miguel Godos Curay) Los piuranos de hoy le temen al agua como los gatos. Ayer las lluvias eran anticipo de la bendición de los temporales, de la siembra generosa y natural de algarrobos en el desierto. De ello se encargaban los asnos y los hatos de cabras que asomaban por todos los rincones. En la Piura de antaño a los lecheros que proveían a la familia se les conocía como “pura leche”. Atendiendo a la pureza y calidad del producto. A los de leche “bautizada” como “leche aguada”. El mismo apelativo tenían los recién casados que no acertaban con la preñez esperada por toda la familia. El extremo mayor era llamara “pistolita de agua” al que sus disparos personales no surtían efecto.