ERP. En la hora que la patria americana convocó a sus hijos para luchar por la libertad, acudieron a su llamado retoños del continente desde todos sus rincones, y Pichincha, heroica gesta por la independencia ecuatoriana no fue la excepción, ya que en esta memorable batalla, como ocurrió en Chacabuco y Maipú, y sucedería en Junín y Ayacucho, los americanos actuaron en bloque.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia de la DNEF del Jurado Nacional de Elecciones.
La lucha por la libertad y la democracia convocó a los americanos que se habían propuesto obtener una situación de igualdad frente a otras naciones del mundo. Y fue esa conducta inspirada en el romanticismo, lo que llevó a muchos americanos a luchar en Pichincha, Junín y Ayacucho, como en otras batallas por la libertad del continente.
En cada país hay batallas memorables por la independencia, si bien Ayacucho y Junín están en la memoria colectiva de los peruanos, Chacabuco y Maipú lo están entre los chilenos, como la batalla de Pichincha en Ecuador, y cuyo Bicentenario se conmemora hoy, en medio de un país que vive con entusiasmo el recuerdo por la lucha de su libertad e independencia, para comenzar con la delegación de poder a sus autoridades a través de mecanismos democráticos.
Esta batalla fue un suceso protagonizado el 24 de mayo de 1822 en las faldas del volcán Pichincha, ubicado a más de 3000 metros sobre el nivel del mar, en las cercanías de la ciudad de Quito. Y tal fue su trascendencia, que se convirtió en el hecho más memorable de la gesta por la independencia del Ecuador.
Alguna vez cuando estábamos en la secundaria, leímos un texto que se titulaba “Pichincha: victoria peruana”, destacando la presencia de los peruanos en esa batalla, y es que hubo muchos connacionales en ese encuentro, como lo anotamos en el libro Piura y la Independencia, de mi autoría, publicado en 1994, cuando hicimos conocer que la ruta del ejército que se formó por decisión sanmartiniana, desde Piura siguió el camino hacia Serén y Tambogrande, para continuar hacia Yuscay, Suipirá (Las Lomas), Suyó y La Tina, antes de ingresar a Macará..
En el encuentro, protagonizado en el contexto de las guerras por la independencia, se enfrentó el ejército patriota bajo el mando del mariscal Antonio José de Sucre, en el que se hallaban una División de la Gran Colombia, un batallón de guayaquileños, y una división peruana comandada por Andrés de Santa Cruz, que en conjunto se enfrentaron a los realistas americanos y españoles, comandados por el comandante Melchor Aymerich.
Es conocido que al final de la batalla, el triunfo fue de los independentistas, con la consiguiente derrota de las fuerzas realistas, con lo que se aseguró la independencia del Ecuador, como se informó de inmediato al general San Martín, y al general Bolívar. El antiguo reino de Quito fue liberado, en medio del triunfo de los patriotas que vieron coronada su victoria en las faldas del soberbio Pichincha, como reza el Himno Nacional de Ecuador.
El batallón Piura en Pichincha
Cuando don Andrés de Santa Cruz derrotó a los sediciosos realistas de Otuzco, fue ascendido a teniente coronel, y posteriormente se le ubica en Piura organizando la División del Norte, para lo que requirió el apoyo de los piuranos, ocupando el cargo de Gobernador Político y Militar de la región. Se recurrió incluso a empréstitos forzosos, que al igual que los donativos voluntarios, constaban en el libro que para el efecto se mandó a llevar.
Con el dinero recaudado empezaron a formarse nuevas compañías para la División del Norte, cuyas miras eran marchar hacia el actual Ecuador. Simultáneamente llegaron a Piura los batallones N°1 y N°2 del Perú, el Batallón Trujillo, y el Regimiento Argentino Granaderos de los Andes, que fueron alojados en los cuarteles.
Estando en Piura, en diciembre de 1821, Santa Cruz recibió a Tomás Heres, un comisionado enviado por el general Sucre, solicitando apoyo para la ocupación de Cuenca, en el momento que el ejército de Santa Cruz estaba conformado por 1200 hombres, cuyas lanzas, y cartucheras se hicieron en Piura, desde donde se temía un ataque por los realistas del sur ecuatoriano.
En octubre se había lanzado una proclama motivando el espíritu de los piuranos, cuyo texto decía: “El espíritu monstruo del despotismo intenta aun remacharnos de nuevo las cadenas que hemos roto gloriosamente y que tienen la desgracia de arrastrar nuestros hermanos de las provincias de Loja y Cuenca”. Paralelamente, llegó a Piura una proclama del virrey La Serna, que intentaba recuperar esos territorios a favor del Rey; mientras que en Trujillo se sospechaba, que varios piuranos seguían siendo fieles al Soberano.
Rumbo a Pichincha
El ejército salió de Piura el 15 de febrero de 1822, y el 19 cruzaron el río frente a Macará, saliendo para Loja al día siguiente. El 23 de marzo arribaron a Cuenca, ciudad que había estado ocupada por el ejército del realista Tolrra. La batalla de Pichincha, victoria patriota fue el 24 de mayo de 1822, y al día siguiente la toma de Quito por los patriotas.
Las fuerzas del Batallón Piura, que combatieron en Pichincha, llegaron a 1693. Por un parte enviado por el general Santa Cruz, se supo que se destacaron, entre otros, Félix Olazábal, Francisco Machuca, Juan Espinoza y Domingo Pozo, y con ellos, Francisco Villa, José Félix Jaramillo, y José María Frías. Igualmente pelearon Nicolás Yovera.
Murieron en la batalla, José Durand de Castro, Domingo Mendoza, y los hermanos José y Santiago Albújar Barboza. Y así como hubo piuranos en esta batalla, los hubo de todos los rincones del país, según se lee en sus fojas de servicio en el Archivo Histórico Militar del Centro de Estudios Histórico Militares del Perú.