La viruela: siniestra aliada de Francisco Pizarro
ERP. No fue la hueste perulera de Pizarro la que derribó al imperio de los incas. Fueron las epidemias de viruela, gripe y sarampión las que diezmaron a la población indefensa en un santiamén. El propio Huayna Cápac en 1528 presa de fiebres malignas murió en Quito. El inca victorioso fue recibido apoteósicamente en Tumibamba (Cuenca), después pasó a la Isla Puná. Ahí recibió la mala noticia de una peste que había devastado el Cusco.