ERP. Los años del inicio de la República están relacionados con el protagonismo de personajes que han marcado la historia del Perú, uno de ellos es Felipe Santiago Salaverry, a quien se recuerda en Piura por haber sido el padre del poeta sullanero Carlos Augusto Salaverry Ramírez.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia del Jurado Nacional de Elecciones.
Pero, Felipe Santiago Salaverry no es solamente eso, únicamente el progenitor del poeta romántico, ya que su carrera militar y política, también tuvo a Piura como parte de ese escenario que terminó apasionándolo, hasta el final de sus días, el 18 de febrero de 1836, en Arequipa.
Su vida no solo es tomada para el estudio del caudillismo en el Perú, etapa de la historia nacional, analizada desde la ciencia política, y desde la historia de la práctica de la democracia, ya que también se le conoce desde la literatura, tras la publicación de la novela “Cuando los mariscales combatían”, del autor piurano Francisco Vegas Seminario.
Felipe Santiago Salaverry, nació en Lima el 3 de mayo de 1806, y murió fusilado en Arequipa, el 18 de febrero de 1836. Fue Hijo de Felipe Santiago Salaverry y Allende, y de Micaela del Solar y Duque de Estrada. Casó con doña Juana Pérez Infantas, con quien tuvo un hijo.
Fue alumno del Real Convictorio de San Carlos, y en la Universidad de San Marcos, centros de difusión de las ideas libertarias. A fines de 1820, se presentó ante el general San Martín, que había instalado su cuartel general en Huaura, iniciando su carrera militar en el Batallón Numancia, que ya integraba el ejército patriota.
Sus primeras acciones militares lo llevaron a la sierra central en la segunda campaña que emprendió el general Antonio Álvarez de Arenales, y su segundo escenario fue el sitio del Callao, contra los realistas en 1822, tras lo cual fue ascendido a subteniente. Posteriormente peleó en las batallas de Torata y Moquegua, de 1823, y en las de Junín y Ayacucho de 1824, y en la campaña del general Antonio José de Sucre en Bolivia.
En 1825 se encontraba en Lima, y fue ascendiendo hasta llegar a teniente coronel en 1828, y al año siguiente fue nombrado ayudante de campo del presidente José de La Mar, y con él estuvo en la guerra contra la Gran Colombia, peleando en las acciones de Saraguro del13 de febrero de 1829, y en Portete de Tarqui, el 27 de febrero de ese año.
Estaba en el cuartel general de Piura, cuando Gamarra derrocó al presidente La Mar, Salaverry fue hecho prisionero y deportado a la frontera con Ecuador, ocasión en la que continuaron sus amores con Vicenta Ramírez Duarte, con quien tuvo a su hijo Carlos Augusto Salaverry, llamado a destacarse como el más romántico de los poetas del Perú.
Retornó a Piura y continuó a Lima, desanimado de la política peruana, pero finalmente aceptó la Comandancia Militar de Tacna que en 1931 le confiara el presidente Agustín Gamarra. Ejerciendo este cargo, pensó en retirarse del ejército para dedicarse a la agricultura, sin embargo sus buenos propósitos fueron malentendidos, y termino siendo acusado de traición y confinado en el poblado de Huallaga, cerca al río Marañon.
Tras luchar contra los partidarios de Gamarra, fue derrotado en Garita de Moche. Luego fugó más al norte, y se refugió en la hacienda Suipirá, actual Las Lomas, en jurisdicción piurana, donde tras su captura, se le deporta a Guayaquil, sin llegar a su destino, logrando que sus custodios lo dejen en Lambayeque, dirigiéndose a Trujillo en febrero de 1834. En Suipirá no hay nada que recuerde a sus pobladores, que un gobernante del Perú estuvo en lo que es su jurisdicción distrital Anteriormente había estado el presidente La Mar.
En coordinación con el presidente Luis José de Orbegoso, asumió el cargo de comandante general del departamento de La Libertad, y después fue a combatir a los enemigos del presidente, que se habían instalado en Junín; ascendió a coronel, y se encontró presente en la batalla de Huaylacucho del 17 de abril de 1834, y una semana después en el recordado episodio del “abrazo de Maquinhuayo”, con lo que terminó la guerra civil, y el presidente Orbegoso lo ascendió a General de Brigada.
Orbegoso lo nombró Inspector General de las milicias de la República, para evitar cualquier tipo de sublevación, pero al año siguiente se rebeló contra el primer mandatario, y capturó el poder que mantuvo por un año, pues murió fusilado tras el enfrentamiento que sostuvo en Arequipa, en el Puente Uchumayo, el 4 de febrero de 1836, del que salió victorioso, no así el 7 de febrero, donde fue derrotado en la batalla de Socabaya. Sometido a un proceso sumario, se le condenó a muerte y el 18 de febrero de 1836 fue fusilado en la Plaza de Armas de Arequipa, junto a sus principales oficiales.
En el Museo Luis Cruz Merino de Sullana está una de las palas, o sea, una hombrera del uniforme que usó en 1835, pieza rígida que servía para colocar las insignias del empleo o grado, y también es parte del fondo museográfico, el banderín que Salaverry arrebató a un realista en la batalla de Junín. También se conservan reproducciones de imágenes sobre este protagonista de la historia del Perú republicano.