ERP. Las plantaciones registradas de bambú en Piura alcanzan las 262 hectáreas, ocupando el segundo lugar a nivel nacional, después del departamento de Amazonas. En los últimos años su demanda aumentó, posicionándose como un cultivo complementario a los tradicionales de esta región, como es el caso del café, cacao y banano.
La Guadua angustifolia, llamada bambú o caña de Guayaquil, que produce Piura (varas redondas o chancadas) se usa principalmente para construcciones de viviendas emergentes, turísticas y auxiliares como vigas, viguetas, columnas, cobertura, paneles, cercos, tutores de cultivos, entre otros; además para la elaboración de productos con valor agregado como muebles, utilitarios de cocina y oficina.
En ese sentido, la “Semana del Bambú – Piura 2020” que se celebra la segunda semana de noviembre, tiene por objetivo impulsar el potencial económico y ambiental de las plantaciones de este recurso renovable que crece en los valles interandinos de las provincias de Huancabamba, Ayabaca, Morropón y Piura.
Por ello, la Mesa Técnica Regional del Bambú (MTRB) de Piura desarrollará este viernes 13 de noviembre el seminario virtual “El bambú: Investigación e innovación para uso en construcción”, que estará a cargo de los reconocidos especialistas: en gestión, Luis Llerena; manejo silvicultural, Raphael Paúcar; investigación e innovación, Yann Barnet y Faouzi Jabrane, del Instituto de Vivienda, Urbanismo y Construcción (IVUC).
Asimismo, los días 18 y 25 de noviembre se realizará el curso “Formación técnica virtual en manejo técnico del bambú”, con la finalidad de fortalecer las capacidades de los productores y actores claves del distrito de San Catalina de Mossa de Morropón.
Bambú de calidad
La Mesa Técnica Regional del Bambú (MTRB), integrada por instituciones públicas, ONG, empresarios y emprendedores, trabaja en acciones para revalorar los cultivos, potenciar el manejo, mejorar la calidad, así como promover la producción de la caña de Guayaquil para construcción, transformación y generar valor agregado.
Entre los objetivos destacan aumentar la producción de bambús preservados para prolongar su vida útil y posterior uso en construcciones ecológicas. Además, de impulsar y promocionar los emprendimientos de productos ecoamigables, como tarjeteros, cubiertos, sorbetes, jabones, cepillos, equipos de sonido, entre otros.