ERP. La Región Piura vivió un desastre cuyas consecuencias aún son palpables y el proceso de reconstrucción dio énfasis a recuperar la infraestructura destruida, pasando a un segundo plano los medios de vida de los damnificados por la inundación y sobre todo desconociendo que toda resolución implica hacerlo mediante un enfoque de derechos, lo que implica que sean tratados con el respeto y la dignidad que merecen.
Según la información existente, producto del Niño Costero del 2017 ocasionó 283,137 damnificados, 48 mil estudiantes sin locales escolares y 31,837 personas fueron reubicadas en 209 albergues temporales; sin considerar decenas de negocios que quedaron entre las aguas causando pérdidas de carácter económico y personal.
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Los damnificados en gran parte se trasladaron hacia las zonas altas para prevenirse del impacto negativo del agua del río, permaneciendo en el mismo lugar hasta la fecha. Una nueva forma que obliga atender a los damnificados mediante el Enfoque de Derechos abre una nueva forma de gestionar este tipo de problemas.
