Pariñas/Talara (ERP). Las cifras de embarazos adolescentes en Talara, más de 50 en lo que va del año, invita a reflexionar sobre la necesidad de insistir en la educación sexual de nuestros niños y niñas a fin de que tomen decisiones responsables, informadas y consentidas.
En ese sentido, obstetrices del Minsa Talara coinciden que al revés de lo que algunas personas opinan -quizá con buena fe, pero también cegadas por anticuados tabúes y otras hipocresías- la educación sexual no es equivalente a la promoción de la promiscuidad, sino que permite que quienes se convertirán mañana en ciudadanas y ciudadanos aprendan acerca de sus propios cuerpos, del valor del mismo, de la necesidad de cuidarlo y de las consecuencias de cometer ciertos actos.
Sin embargo, para las especialistas del Minsa Talara, la educación sexual enseña, sobre todo, el valor de la responsabilidad frente a nuestros actos libres y la necesidad de asumir la vida con cabeza fría. Un importante vacío educativo, rellenado muchas veces con temores de abuelas, es precisamente el relativo a los actos coitales, su carácter fisiológico pero también su significado cultural y su relevancia social y personal.
Precisan que una consecuencia nefasta de haber descuidado la promoción de la educación sexual es la cantidad de abortos que ocurren y que ponen en riesgo la vida de las embarazadas.
Ante ello, la Unidad de Obstetricia del Minsa Talara, remarca que si el Estado pretende luchar contra los abortos en clínicas falsas o la comercialización de medicamentos abortivos (que se venden como caramelos en los mercados), debemos apostar a la educación. No es un eslogan sino una enorme verdad que la explosión demográfica sin control es una consecuencia de la ignorancia, sentencia.