ERP. El expresidente constitucional de la República, José Pedro Castillo Terrones, es renuente a aceptar el juicio oral impulsado en su contra por haber cometido el delito de rebelión, aunque es indemostrable que se haya levantado en armas; debido a su resistencia de respetar a los jueces supremos provisionales, una de ella, exactamente la directora de debates, perdió la calma y grito al exmandatario.
El asunto se produjo después que a través de su abogado indicó no aceptar el juicio y por ende de los abogados defensores de oficio asignados para su defensa; tras la presentación de sus defensores, el expresidente pidió hacer uso de la palabra, recibiendo como respuesta de la jueza Norma Carbajal que no podía hablar, debido al intercambio de palabras, perdió la calma y espetó “usted no puede hablar”.
Lo cierto, que conforme avanza el proceso en contra de Castillo Terrones, Betsy Chávez Chino, Aníbal Torres y otros se demuestra la fragilidad de la tesis fiscal; incluso los principales enemigos políticos del exmandatario reconocieron haber sido ellos, los que dieron la orden de cerrar las puertas del parlamento, este hecho buscaba asociar que fue orden de Castillo y que por lo tanto el golpe de Estado se consumó.
Las audiencias evidencian un débil trabajo de la Fiscalía que tiene una acusación débil, la parcialización de la Sala Penal integrada por los jueces supremos provisionales José Neyra Flores; Norma Carbajal e Iván Guerrero y que existe un desconocimiento de derechos a la libertad de Pedro Castillo de expresar su sentir en este juicio que adolece de transparencia e imparcialidad.
En la fecha se presentó el perito el cual entró en serias imprecisiones, que descalifica la tesis fiscal; lo que si queda claro es que este juicio es aparentemente antojadizo, asimétrico, parcializado y que tendría como única finalidad dar un mensaje político a un político popular, que no debería meterse en política.