“Su lucha”, o el silencio de los no-tan-inocentes
ERP. Hay algo que me está incomodando de la mayoría de políticos y políticas del Perú que, la verdad, no debería incomodarme ni extrañarme, pero que, apelando a la sapiencia que dicen tener, sí me había generado una alta expectativa con una condena firme y mayoritaria: el aparente culto que el presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, tiene por uno de los criminales de guerra más grandes del siglo XX, Adolf Hitler.