ERP. El Centro Nacional de Salud Renal del Seguro Social de Salud (EsSalud) brinda un nuevo procedimiento médico que evita las infecciones en pacientes que reciben tratamiento de hemodiálisis por insuficiencia renal, el cual consiste en la colocación de una fístula que une una arteria a una vena.
La doctora Hellen Núñez, médico nefróloga y coordinadora de la Unidad Funcional de Accesos Vasculares de Centro Nacional de Salud Renal, señala que en el proceso del tratamiento de hemodiálisis, el acceso vascular es el salvavidas del paciente ya que hace posible un procedimiento adecuado para la insuficiencia renal, evitando las infecciones.
“Los usuarios asegurados del Centro Nacional de Salud Renal podrán acceder a una fístula en el mismo establecimiento donde reciben tratamiento, gracias a la conformación de la primera unidad funcional de acceso vascular conformada por nefrólogos y enfermeras del centro y cirujanos cardiovasculares del Instituto Nacional Cardiovascular, que realizarán el seguimiento a los accesos vasculares, pieza fundamental en la hemodiálisis”, explicó Núñez
La especialista apuntó que la colocación de una fístula, que se crea uniendo una arteria y una vena debajo de la piel del brazo, permite aumentar la presión dentro de la vena, la cual fortalece las paredes de la misma, permitiendo un mejor tratamiento de hemodiálisis.
“Las ventajas son que tienen mayor tiempo de duración y menor riesgo de infecciones, proporcionando un flujo de sangre excelente una vez que está lista para usarse, que es aproximadamente de seis a ocho semanas después del procedimiento”, dijo.
Explicó que, en un tratamiento de hemodiálisis, el catéter es un dispositivo médico ajeno al organismo que se ubica en una vena generalmente de la zona de cuello con los riesgos propios de que el paciente sufra infecciones.
Asimismo, manifestó que actualmente el CNSR cuenta con un 63% de pacientes con fístulas, porcentaje que está muy por debajo del estándar que bordea el 80% y es por ello la importancia del convenio con el INCOR para la aceleración de la creación de la unidad de fístulas arteriovenosas, a fin de optimizar el proceso de hemodiálisis, el cual permite disminuir la morbimortalidad como consecuencia de las infecciones de los accesos vasculares como el catéter.
Recordó que el paciente con enfermedad renal crónica no puede eliminar las toxinas de su cuerpo a través de la orina, como lo hace la mayoría de personas y deben recurrir a una máquina de diálisis que se convierte en una suerte de riñón artificial, el cual filtra las toxinas y devuelve al paciente una sangre limpia de impurezas.
“Tres veces por semana el usuario debe acudir a las sesiones de diálisis por tres a cuatro horas para limpiar su sangre, de lo contrario no sobrevivirá”, dijo.
Procedimiento
La nefróloga de EsSalud explicó que la fístula es una vena creada quirúrgicamente, la cual sirve para extraer y devolver sangre durante la hemodiálisis.
“Luego del procedimiento, viene un proceso de maduración, dentro del cual el paciente deberá realizar ejercicios que ayuden a fortalecer la vena de la fístula para que luego pueda recibir las agujas que serán empleadas en la hemodiálisis. Este proceso tiene un tiempo promedio de 6 a 8 semanas”, anotó.
Detalló que al iniciar la hemodiálisis con una fístula se disminuye el riesgo de complicaciones a largo plazo, el agotamiento de otro acceso vascular y se genera una mejor calidad de vida, ya que el paciente podrá recibir una mejor hemodiálisis por tener un mejor acceso.
Asimismo, apuntó que el paciente podrá realizar su aseo personal sin necesidad de estar cubriendo el acceso como sucede en el caso de utilizar un catéter.