ERP. Igual que otros personajes de la independencia, como José de San Martín, José de La Mar, y Ramón Castilla, Agustín Gamarra, es el protagonista de nuestra historia, que primero fue realista, y después patriota, porque finalmente, más pudo el amor por la tierra y la libertad, que la defensa de una causa que resultaba ajena.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia del JNE
Agustín Gamarra Messía, nació en el Cusco, antigua capital imperial de los incas; el 27 de agosto de 1785, y murió en la batalla de Ingavi, territorio boliviano, el 18 de noviembre de 1841. Fue un político y militar peruano que llegó a ser Presidente del Perú en dos ocasiones. La primera, de 1829 a 1833, después del derrocamiento del presidente La Mar en la ciudad de Piura, donde se encontraban en ese momento.
También fue Presidente del Perú, de 1839 a 1841, año de su muerte en la batalla de Ingavi, Bolivia, por lo que no pudo concluir su período de gobierno, tras su intención de anexar esa República al Perú. Gamarra olvidó, que ese espacio, que en el virreinato fue la Audiencia de Charcas, era el resultado de un proceso geo histórico cultural, singular, que nada tenía que ver con los incas, que en un momento lo conquistaron y anexaron a su imperio, espacio que en el virreinato fue conocido como Alto Perú, por los conquistadores.
Gamarra actuó dentro de ese período convulso que llevó a enfrentarse a los peruanos contra ellos mismos, cuando los más destacados jefes de la independencia, se disputaban el gobierno del Perú, convertidos en caudillos, que imponían su voluntad sobre las masas, sin considerar la voluntad de ellas, para convertirlas en un ideal, y alcanzarlo conjuntamente.
Gamarra gobernó el Perú también a título provisorio en 1829, después que se acabó la guerra contra la Gran Colombia, después se destacaría como el caudillo, que incursionando en la vida política del naciente país, olvidó quizá que se había luchado por la independencia, para que primara la voluntad general de los ciudadanos, quienes designarían a sus gobernantes.
Cuando fue soldado de las fuerzas realistas, en los años de la independencia, concurrió a las campañas en el Alto Perú, contra los ejércitos del Río de la Plata, actuando bajo las órdenes de José Manuel de Goyeneche, y de los futuros virreyes del Perú, don Joaquín de la Pezuela, y don José de La Serna e Hinojosa. Era tan fuerte su espíritu realista, que no dudó en combatir represivamente la rebelión de los hermanos Angulo y de Mateo Pumacahua en el Cusco, en 1814. En 1820 se tuvo sospechas que ya estaba ganado por las ideas de independencia, y fue enviado a Lima, ciudad en la que pasó al Ejército Libertador.
Se encontró en dos expediciones enviadas a la sierra central, y en la campaña de Ica de 1822, y en la Segunda Campaña a Puertos Intermedios. Posteriormente peleó en la Batalla de Ayacucho del 9 de diciembre de 1824. Como llevamos dicho, bajo las órdenes del mariscal José de La Mar, Presidente del Perú, participó en la Guerra contra la Gran Colombia, de 1828-1829, y al final de la guerra derrocó a La Mar, siendo apoyado por otros generales. Después estaría en paralelo con la etapa de los caudillos en el Perú.
En 1835, se opuso contra la Confederación Perú Boliviana, propiciada por Orbegoso y Santa Cruz, medida que había fraccionado al Perú en dos partes. Como Gamarra fracasó en su intento, ya que fue derrotado en la batalla de Yanacocha, tuvo que salir del país, siguiendo desde Chile, en una posición contra la Confederación que encabezaba don Andrés de Santa Cruz. Con el apoyo de los chilenos, conspiró desde ese país, integrando una Expedición Restauradora, que derrotó a las fuerzas de la Confederación en la Batalla de Yungay, finalizando el proyecto de la Confederación en 1839.
El vencedor Gamarra ejerció provisionalmente la Presidencia del Perú, durante su gobierno se reunió el Congreso de Huancayo, y se promulgó la Constitución de ese año, y por ese Congreso fue ratificado como Presidente Constitucional del Perú. Dos años después volvió a Bolivia, donde fue derrotado en la batalla de Ingavi del 18 de noviembre de 1841, donde perdió la vida.
Fue en el Congreso de Huancayo, donde el diputado Manuel Herrera presentó el Proyecto de Ley, que haría a los sullaneros, dueños de los terrenos donde estaban ubicadas sus casas. Así, el 19 de noviembre de 1839, Gamarra, en su calidad de Presidente Provisorio de la República, firmó la mencionada Ley, sobre la cual, posteriormente otros pueblos peruanos alcanzaron iguales derechos.