ERP. Las madres lactantes que incluyan en su dieta pescado, por lo menos cuatro veces a la semana, contribuyen a que sus bebés alcancen un mejor desarrollo cerebral y físico. Ello debido a que este alimento posee un alto contenido de omega 3, grasa saludable que ayuda a mejorar la memoria y concentración de los niños.
Así lo señala Mabel Vila, nutricionista del Programa Nacional “A Comer Pescado” del Ministerio de la Producción en el marco de la Semana de la Lactancia Materna. La experta indica que el consumo de omega 3 en el embarazo y la lactancia es fundamental para la formación y el desarrollo de las funciones cerebrales del feto y del bebé en sus primeras etapas de vida.
Consumo de pescado mejora crecimiento de niños
“La memoria, el aprendizaje, la concentración y la agudeza visual son algunas de las funciones”, señala la especialista. Asimismo, diversos estudios han concluido que los ácidos grasos omega 3 del pescado, por contener EPA y el DHA, refuerzan el sistema inmunológico de los niños y previenen enfermedades.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), el requerimiento de omega 3 para una mujer es, en promedio, 1.1 gramos diarios; sin embargo, para la mujer lactante se recomienda ingerir no menos de 1.3 gramos de esta grasa saludable al día. “Los pescados, en especial la caballa, el bonito, la anchoveta y el jurel, son fuentes ricas en omega 3”, agrega Vila.
Cabe destacar que por cada 100 gramos de anchoveta se obtiene 2.4 gramos de omega 3 y por la misma cantidad de bonito (músculo oscuro) se logra 1.9 gramos de omega 3. En el caso de la caballa y el jurel se adquiere 1.6 gramos y 1.3 gramos de esta grasa esencial, respectivamente. Con el fin de aprovechar todas sus propiedades, se recomienda consumirlo en platos saludables.
Importancia de la lactancia materna
La leche materna es un alimento ideal para los recién nacidos y los lactantes, ya que les aporta todos los nutrientes que necesitan para un buen desarrollo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que es inocua y contiene anticuerpos que ayudan a reforzar el sistema inmunológico de los niños, disminuyendo la probabilidad de enfermarse y atenuando la severidad de las enfermedades.
Estudios científicos encontraron que los adolescentes y adultos que fueron amamantados de niños tienen menos tendencia a sufrir sobrepeso u obesidad y están menos propensos a sufrir diabetes de tipo 2.
La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva los primeros seis meses de vida. Luego de este periodo se debe continuar alimentando al bebé con leche materna y empezar con alimentos distintos a través del proceso de alimentación complementaria hasta los dos años de edad.