ERP. El siglo XX en el Perú ha sido un tiempo en el que notables figuras del pensamiento social y político se destacaron desde el comienzo de la vigésima centuria; en este tiempo nacieron, y por otro lado, actuaren, peruanos y peruanas relevantes en todos los campos del pensamiento y de la creatividad, varios asociaron su vida al indigenismo que movió a pintores y a escritores sobre el alma nacional.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia de la DNEF del Jurado Nacional de Elecciones
Cuando se conoce la figura de José Carlos Mariátegui, de inmediato los lectores se dan cuenta que se está frente a un peruano singular, que desde una mirada especial, trató de presentar al Perú y a la realidad peruana, tal como la percibió en las primeras décadas del siglo XX.
El siglo XX estuvo cargado de luz intelectual, y quizá las nuevas tecnologías aceleraron cambios a este nivel, sacudiéndose sus creadores de las tradiciones que marcaban el derrotero de la investigación científica, y de las ataduras que les impedían interpretar la realidad social, tal como era.
José Carlos Mariátegui es uno de los peruanos de proyección nacional, conocido fuera de los linderos de su patria, no solo por gente de izquierda, sino por quienes dominan historia del pensamiento político, tal como se estudia en historia de las ideas políticas en América, en las facultades de Ciencia Política, principalmente.
En su siglo hay figuras que brillaron en todos los campos en el mundo, y en el caso peruano, uno de ellos fue José Carlos Mariátegui La Chira, nacido en Moquegua el 14 de junio de 1894, siendo dueño de un gran protagonismo en el siglo XX, con una huella perdurable que lo mantiene presente, para aceptarlo, por unos, y para cuestionarlo por otros; y si bien varias de sus propuestas ya no tienen vigencia, ni la realidad social es la misma, en su momento, se perfiló como un hombre que ganaba espacios en la memoria colectiva de los peruanos.
Y no es que se le recuerda por su temprana muerte, igual que a Valdelomar, ambos ya habían escrito y actuado lo suficiente como para trascender, el pináculo de la gloria les esperaba, y así trascendieron hasta quedarse para siempre entre todos los peruanos, al punto de estar entre las memorias visibles colectivas, sin necesidad de monumentos, calles y avenidas con sus nombres.
José Carlos Mariátegui no solo es autor de 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana, su obra está más allá de este libro que generó reacciones encontradas cuando salió a luz, al punto de tener réplicas en otros libros con títulos parecidos, publicados por otros autores, que no concebían quizá, que un hombre sin la instrucción superior de ellos, ilustraba a los peruanos con los ensayos que salían de su pluma.
Sus publicaciones en diarios, revistas, y en libros de su autoría lo proyectarían como un autor prolífico, aunque la mayoría solo lo recuerde por los 7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana, sin conocer libros como Alma matinal, o el de Peruanicemos al Perú, que lo ubican como un hombre preocupado por el futuro de su patria.
Por invitación de Haya de la Torre dictó conferencias en la Universidad Popular González Prada, siendo director de la revista Claridad cuando Haya fue expulsado a México. Fundó el Partido Socialista Peruano en 1928, nominado Partido Comunista Peruano, después de su muerte, y tomado como bandera por algunas agrupaciones políticas, que están muy lejos de los pensamientos y de los propósitos de Mariátegui.
Los peruanos y peruanas conocen a este connacional de nombradía mundial, y ha sido uno de los personajes mencionados tras 200 años de vida independiente, cuando se reflexiona sobre el Bicentenario de la Independencia Nacional. Estamos a pocos años del centenario de su fallecimiento, ya que murió el 16 de abril de 1930, y pese al paso de los años, su nombre sigue siendo el de un peruano trascendente.