ERP/N.Peñaherrera. Los casos de corrupción en los gobiernos regionales están propiciando antológicas portadas en todos los medios de comunicación, especialmente capitalinos.
Es como si Lima se hubiera dado cuenta que existe un país llamado Perú, que también tiene una agenda informativa de influencia nacional.
No critico el hecho de exponer la corrupción. Al contrario, me parece saludable, siempre que tal exposición esté debidamente probada para evitar manchar honras con tal de dar un ambiente de caza-de-brujas mediático.
Si ése es el objetivo, solo se lograrán llamativas primeras planas y escaladas, pero nada más. Puro sentido comercial: la desgracia ajena vende mucho.
En ese aspecto, sería bueno que cuando una noticia local positiva tenga vuelo nacional, se le dé el mismo tratamiento que a la mala nueva 'abridora'... aunque ciertas escuelas de Periodismo estén inculcando lo contrario.
¿Cuánto bien o cuánto mal hace, a la larga, esa cobertura a los gobiernos regionales?
Ya lo dije: o reducir los casos de corrupción –si los elimina, mejor-, o quizás demostrar que esos estamentos no ofrecen estabilidad jurídica para hacer nada.
Sí, parece lo mismo, pero ponte a considerar este hecho: hay corrientes en Lima que no miran a la regionalización con buenos ojos, y la cobertura actual es una torta diaria de chocolate con pecanas y almendras incluidas. Un suculento deleite, ambrosía sin igual, un banquetazo.
La culpa no es de los medios, a menos que alguien me pruebe que uno de ellos obligó a un presidente regional o a sus funcionarios, con pistola en mano, a portarse mal.
La culpa de darle en el gusto a la corriente anti-regionalización es de los propios gobiernos regionales... a menos que ésa sea la finalidad: traerse abajo el sistema y regresar al centralismo.
Hay sectores en Lima que sueñan con volver a controlar recursos que ahora despilfarran los estamentos regionales y locales.
Más claro, ¿los candidazos que aspiran a la oficina de San Eduardo están en capacidad de defender el proceso descentralista sin caer en el populismo autonómico (legalmente inviable porque no somos república federal), o seguirán dándole en el gusto a quienes se enronchan ante el término "gobierno regional"?
Dicho en otras palabras: ¿los candidazos han estudiado algo llamado Geopolítica?
Lo dudo. Sigo pensando en el voto nulo como una opción idónea.
(Sigue al autor en Twitter como @nelsonsullana)