ERP/N.Peñaherrera. Cuando se avisó que Poechos cerraría del todo sus compuertas y el servicio de agua estaría restringido al máximo, una inspección de EPS Grau descubrió que algunas corporaciones presuntamente la estaban hurtando del canal Daniel Escobar, y poniendo en riesgo el abastecimiento de la planta de Curumuy, la única fuente de agua potable dulce del área metro de Piura.
Los compañeros de una radio me pidieron que hiciera un comentario, y lo que se me ocurrió fue emplazar a una de las acusadas a que confirme o desmienta la versión. Ésta contrata una hora semanal de programación en la emisora, dicho sea de paso.
Las sugerencias que daba eran dos: contradecir el señalamiento, cosa que hizo pero casi asolapadamente, o pedir disculpas si había metido la pata.
La semana pasada, una empresa asentada en Bernal, Sechura, optó por la segunda opción. America's Potash salió a pedir disculpas por una trifulca ocurrida en sus inmediaciones en febrero de 2012, y donde varios pobladores resultaron heridos.
Recordemos que, a pesar que algunos pronosticamos lluvias, nadie hizo caso y la empresa construyó un dique que represó la creciente del manso río Piura y comenzó a inundar las poblaciones aledañas.
Como la empresa pareció no escuchar los reclamos de la gente, ésta se amotinó y la emprendió violentamente.
La represión fue brutal.
Dos años después, la empresa reconoce que tal actuación contradice su política (¿?) de buen trato y buena vecindad; por lo tanto, ha salido a reconocer que se equivocó y a pedir disculpas en los medios de comunicación.
La población circundante ha dicho que esta respuesta no basta.
Ahora bien, una cosa es pedir disculpas y otra es sentir que hubo errores.
Lo primero es un gesto externo, políticamente correcto, pero no necesariamente sincero; es decir, quizás una movida de relaciones públicas.
Lo segundo es otro cantar, pues demuestra que si existe un conflicto, lo mejor es comportarse con humildad y abrirse a la posibilidad de una solución y una reconciliación, ya que finalmente es feo andar de pleito con el vecindario.
No puedo confirmar cuál es la actitud de America's Potash, porque no tengo contacto con sus funcionarios y no puedo aplicarles polígrafo para ver si dicen la verdad o no. En todo caso, las acciones que realicen a partir de la petición de disculpas nos revelará cuán sincera fue.
Sin embargo, decir "me equivoqué" es un gesto ejemplar, terapéutico y noble, del que debemos aprender.
¿Cuántas veces hemos metido la pata, lo hemos reconocido y hemos tenido la decencia de admitirlo? Pero también, ¿Cuánta preparación tenemos para perdonar?
Mucha gente cacarea que tiene fe, que ojalá Diosito y todas esas cosas. Aquí tienen una prueba práctica para ver si todo eso que dicen o escriben en redes sociales es cierto o puro floro.
En resumen, pedir disculpas siempre es positivo y bienvenido, y lo es más si el propósito de enmienda se refleja en acciones. Pero más noble aún es aceptar la disculpa y sentarse a resolver las cosas. Un reparador toma y daca que deberíamos practicar más seguido.
Eso me recuerda que EPS Grau también se merece mi felicitación por pedir disculpas ante el desabastecimiento de agua en Sullana, pero –ya lo dije- no basta decirlo: obras son amores, no buenas razones.
(Sigue al autor en Twitter como @nelsonsullana)