ERP. Acompañado de los representantes de los colegios de ingenieros y de arquitectos de Piura, el presidente de la República llegó al norte, para conocer de cerca todos los avances en materia de reconstrucción. El primer lugar escogido para este periplo en la región, fue el albergue del kilómetro 980 y después desplazarse a otros lugares afectados por la inundación del año pasado.
El Presidente Vizcarra arribó a Piura para constatar la situación en la que se encuentran más de 5 mil damnificados del centro poblado Nuevo Santa Rosa, en el distrito de Cura Mori, al cumplirse un año del fenómeno del Niño Costero que afectó el norte del país. En el lugar fue esperado por adultos y niños quienes hicieron sus reclamos para servicios de los cuales no tienen atención. Este es un albergue que se formó tras salirse el río Piura.
Queremos agua, luz y una vivienda segura, fue uno de los slogan que fue expuesto al flamante presidente. En efecto, el albegue mencionado no tiene ningún servicio público permanente y para paliar la crítica situación en la cual viven, el Gobierno Regional de Piura los atiende con sus requerimientos mínimos. En el lugar Vizcarra dialogó con ellos, para saber de manera exacta sus problemas.
El lugar visitado, puede ser considerado como emblemático por lo que significó el desastre del 27 de marzo del 2017. En ella, muchos rostros piuranos, quemados por el inclemente sol, le daban la bienvenida a Vizcarra con un entusiasmo inusitado. Tienen confianza en el nuevo presidente y creen que podrían tener viviendas seguras, un asentamiento con agua, energía y demás servicios. Se lo hacen saber con carteles y se lo expresan de manera directa; Vizcarra muestra interés y los escucha.
Durante todo el año, han recibido personas amigas y solidarias, apoyo de instituciones públicas y privadas y sobre todo visitas de muchos funcionarios con chaleco a veces de diversos colores. Es el símbolo de la disparidad de las instituciones públicas y de la forma tan desordenada como se atendió a los damnificados del "Niño Costero". El flamante presidente conversa y escucha, se compromete como antes lo hizo Pedro Pablo Kuczynski y como lo hicieron los diversos ministros que llegaron a la zona.
La visita de Vizcarra hace renacer las esperanzas de esta población urgida por los problemas, dolida por el desastre y también resignada con lo sucedido. Levanta una niña en sus brazos, en tanto que la población aplaude con mucha alegría. Aún en el olvido del dolor, tienen fe y creen en este presidente que habla grave y que no tiene acento inglés. Vizcarra genera esperanza, la gente cree en él.
Sin duda que quiso dar una demostración diferente a su predecesor; no solo con el gesto de visitar una zona del desastre, sino de hacerse acompañar por los decanos de los colegios de ingenieros y otros profesionales que les pueden dar información más confiable. Recordemos, que durante la etapa de trabajos realizados se les desplazó.
Quien si tuvo un virage acomodaticio en su discurso fue Reynaldo Hilbck Guzmán, con toda emoción y tratando de sacudirse de sus rémoras que lo cuestionan le agradeció la presencia de Vizcarra en Piura. Fue tanta su emoción que dijo tener el financiamiento pero que le falta el financiamiento, un contrasentido impropio de un funcionario que tiene la responsabilidad de conducir la rehabilitación y reconstrucción de Piura.
Piura: Un año después de la peor tragedia ocurrida en la región por desborde del río https://t.co/ZdTviijg0T vía @elregionalpiura
— Andrés Vera Córdova (@andresveracordo) 27 de marzo de 2018