ERP. Las bondades, potencialidades y retos del cultivo de la caña de azúcar en nuestro país fue el debate central del 4° Congreso Nacional de la Industria Azucarera en el Perú – CONAZUCAR 2020 online, que se desarrolló del 23 al 25 de octubre y reunió a ejecutivos de las principales empresas del rubro, técnicos, especialistas, catedráticos, y estudiantes a nivel nacional e invitados internacionales, ligados a la industria azucarera.
El economista Carlos Castro Serón, Gerente General de la Asociación Peruana de Agroindustriales del Azúcar y Derivados - ‘Perú Caña’, destacó que el Perú es el país líder en rendimiento y productividad a nivel mundial de caña de azúcar con 123 TM/Ha frente a los 57 TM/Ha del resto del mundo en el top de 25 países productores. “Es parte de nuestra prodigiosa naturaleza. Hoy en día tenemos además importantes ingenios que han permitido un crecimiento del 15 % con respecto al 2018. Un récord histórico que nos ha puesto 40 años después como un país superavitario; es decir producimos más azúcar de lo que nuestra población necesita y eso se reconoce como seguridad alimentaria”, informó.
Solo en el 2019, la caña de azúcar contribuyó con el 3.6 % del PBI agrícola, representando 160 000 hectáreas sembradas; ubicadas principalmente en Piura, Lambayeque, La Libertad, Lima, Ancash y Arequipa. Según el propio Ministerio de Agricultura, unas 500 000 personas dependen directa o indirectamente de la industria azucarera. “En los últimos 15 años esta actividad ha generado más de 2 mil millones de soles por ingresos públicos a través de impuestos. Hoy, unas 50 mil hectáreas están en manos de 10 mil pequeños agricultores”, subrayó Castro Serón.
Entre los aportes del CONAZUCAR 2020, también se reveló que la caña de azúcar se ha convertido en una potencia agrícola, con más de 2 millones de toneladas al año, representando el 44 % de la producción agrícola nacional, según destacó el Ranulfo Fernández Vilchez, agrónomo especializado en la industria.
Impacto social y medioambiental
En materia de impacto social y prácticas sostenibles, se destacó la generación colectiva de mano de obra y oportunidad laboral; además de los significativos aportes del cultivo de la caña que contribuyen con el medio ambiente debido a su efecto purificador. “Una hectárea de caña de azúcar puede transformar cada año 72 toneladas de dióxido de carbono en 52 toneladas de oxígeno”, destacó Patricia Benites, Coordinadora de Comunicación y Responsabilidad Social de Agroaurora, empresa ubicada entre Sullana y Paita, que con sus más de 7 mil hectáreas de cultivo absorbe más de 500 mil toneladas de dióxido de carbono al año.
Además, precisó que Agroaurora - en Piura - comenzó un plan medioambiental de reducción de quema al tener en el 2017 hasta aproximadamente el 88% de sus campos autorizados para cosecha mediante quema controlada; sin embargo, al 2019 el 70 % de su producción es cosecha en verde y solo un 30 % por quema controlada, proceso que dura aproximadamente 45 minutos.
La caña y el Covid-19
El encuentro virtual destacó también el gran potencial que significa ser un país productor de caña, ya que en esta coyuntura de emergencia sanitaria por el ‘Covid 19’, el alcohol ha sido un insumo altamente requerido y las empresas de esta industria inyectaron ingentes aportes para que la población pueda ser abastecida y prevenga el contagio masivo, incluso en las zonas de influencia directa los aportes solidarios de las diferentes empresas han sido medulares para el combate del virus.
Biocombustible
El presidente del Instituto de Economía y Empresa, Francisco Huerta, destacó que la biomasa de la caña de azúcar es significativamente útil y relevante en la generación de energía. “Biocombustibles como el bioetanol, biodiesel o biogás se presentan como alternativas a los combustibles fósiles. En el 2019, se alcanzó el mayor volumen de exportaciones de anhidro de la última década, con casi 129 mil metros cúbicos exportados y han registrado un valor de US$ 83,391,934.
Comercio internacional
En el ámbito del comercio internacional, Santiago Paz, Gerente de Norandino, destacó las potencialidades del cultivo con sus productivos derivados entre los que se encuentran la panela orgánica, resultado de la extracción y deshidratación de los jugos de la caña de azúcar, donde no se utilizan químicos y se obtiene un endulzante natural con propiedades naturales que el mundo ha sabido apreciar y se exporta también desde tierras peruanas.