ERP. La participación e integración de las mujeres y las niñas en la ciencia es imprescindible para lograr la igualdad entre los géneros y, de esta manera, alcanzar un futuro más próspero como nación, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas.
Sin embargo, en el país todavía hay un problema en cuanto a la equidad que se debe trabajar. Sandra Romero, directora de Diseño Académico del Área de Ciencias de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), recuerda que, por ejemplo, en campo de la investigación científica en el país, solo el 31.5 % de personas dedicadas a ello son mujeres frente a un 68,5 % de hombres, según datos del Registro Nacional Científico, Tecnológico y de Innovación Tecnológica (Renacyt) de Concytec.
“El problema de la participación desigual de las mujeres en la ciencia y la tecnología en el país es complejo y multifactorial, inicia desde la primera infancia, pues existen barreras sociales originadas por los sesgos y estereotipos de género. Muchas niñas crecen en un ambiente familiar y social que no fomenta su participación en la ciencia y la tecnología, en cambio, se refuerzan otros mensajes que motivan su interés a otros campos de estudio o con actividades asociadas al cuidado y las labores no remuneradas o domésticas”, explica.
Asimismo, solo 3 de cada 10 ingresantes a estudios de pregrado en las carreras vinculadas a ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) son mujeres, de acuerdo con información de Sunedu.
“Las jóvenes encuentran en su camino de definición vocacional, la falsa creencia de que hay carreras profesionales para las mujeres y otras para los hombres. A esto se suman los pocos referentes femeninos dedicados a la ciencia, tecnología e innovación y el escaso fomento de la vocación científica”, agrega la especialista de la UTP.
En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, Sandra Romero comparte algunas acciones que se pueden realizar desde diferentes frentes para que más mujeres accedan a carreras STEM y se desarrollen profesionalmente:
Reconocer la desigualdad. Es importante que los y las líderes de la educación conozcan a profundidad las variables que explican el problema de la desigualdad de género que existe en ciencia y tecnología en el país y en el mundo.
Alinear los planes y programas. También es clave que se conozcan las Líneas Orientadoras para la Promoción de la Mujer en la Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (CTI) 2021- 2030: “Para el Ingreso, Permanencia y Desarrollo de Mujeres”, elaboradas por el Comité Pro Mujer en CTI (CPMCTI), creado por el Concytec. Estas líneas marcan una pertinente ruta a seguir.
Fomentar la equidad en la educación superior. Los y las líderes en educación superior pueden afiliarse a los indicadores internacionales de seguimiento a las acciones para la equidad de género en la educación superior, y de esta manera, autoevaluarse para mejorar los planes estratégicos que permitan diseñar y ejecutar iniciativas para eliminar barreras y fomentar la participación, la permanencia y el ascenso de más mujeres en el campo de la ciencia y la tecnología.
Trabajar la igualdad desde casa. Los padres y las madres pueden hacer una lista con las tareas del hogar y repartirlas equitativamente sin tener en cuenta el género de sus familiares. Además, pueden seleccionar los programas de televisión, música, aplicaciones y juegos que fomenten la creatividad y la imaginación que son claves para desarrollar vocaciones científicas y seleccionar los contenidos que fomenten la presencia de mujeres en el campo de la ciencia, tecnología e innovación.
Apoyar la vocación de las niñas y jóvenes. Es fundamental que las y los líderes del hogar respalden a las niñas y mujeres de la familia que muestren vocación por las carreras profesionales de ciencia y tecnología desde temprana edad.
“El país necesita más personas dedicas a la ciencia, tecnología e innovación, ya que, sin ciencia, no hay futuro, y el futuro será mejor cuando participemos con equidad todos y todas de ella”, sostuvo Romero.