ERP. Con la presencia de centenas de fieles del norte peruano y parte del sur del Ecuador, se celebra la festividad católica más significativa del distrito de Querecotillo, en la provincia de Sullana. “El Señor de la Buena Muerte de Chocán" en su día central tuvo la presencia del monseñor José Antonio Eguren Anselmi quien realizó la celebración eucarística y después se abrió las puertas para la adoración de la sagrada imagen.
Como todo pueblo que mantiene vivas sus expresiones religiosas y culturales, el distrito de Querecotillo, acondicionó la ciudad para permitir, no solo el fervor católico que se vive, sino para otorgarle un lado a la sana recreación y esparcimiento, así como a la venta de elementos conmemorativos de la festividad. Sin duda, es un día de mucha religiosidad y se constata con los canticos de grupos eclesiales.
La procesión de la sagrada imagen del “Señor de la Buena Muerte de Chocán” permite que desde las 5 de la tarde, sea una manifestación de oraciones, cánticos, acompañados de la la banda de músicos y feligresía en general. Para tal efecto, se ha previsto un recorrido que parte desde la Plaza de Armas, sigue las calles Bolognesi, Barrio Sánchez Cerro, Capilla, Gálvez, Barrio Señor Cautivo y luego retornar al templo.
El Señor de la Buena Muerte de Chocán, una de las festividades religiosas más importantes de la región Piura, se sustenta en la tradición que a orillas del río Chira en el sitio denominado Chocán, un indígena que era muy querido en el lugar, halló un pesado tronco de madera fina, él sintió curiosidad por el hallazgo y quiso saber qué clase de madero había descubierto, descargó el primer hachazo al tronco y cuán mayúscula fue su sorpresa al notar que brotaba un líquido rojo parecida a la sangre.
Después de este acontecimiento, comunicó a sus vecinos para verificar la narración del indígena y llevar posteriormente el madero hacia una choza, donde se guarneció a la espera de un escultor. Este último, se dedicó alimentarse con lo que llevaba consigo y se dedicó a trabajar la imagen, la cual entregó al cumplirse el plazo ofrecido.
Los lugareños, al ir hacia el lugar encontraron una conmovedora imagen de un Cristo muriendo en la cruz y no encontraron al escultor. El rostro moreno del Cristo, pero de hermoso retrato, lleno de dulzura y majestad, los hizo convencerse que era un asunto superior a lo humano. La noticia trascendió hacia todos los lugareños, quienes ordenaron su traslado hacia Querecotillo, donde se mantiene hasta la actualidad.
La imagen se encuentra en Querecotillo desde el año 1712, fecha desde la cual se inician las celebraciones con gran religiosidad y devotas manifestaciones, como se ha reiterado este 2 de febrero y que seguirá por algunos días más, cumpliendo los ritos religiosos, sino igualmente, permitiendo que muchas familias coincidan en en el distrito del “Oro verde” para esperar de él el más difícil milagro y convertirlo en motivo de una nueva vida.