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La ‘Sociedad de la nieve’ y la actualización de un terrible accidente en los andes

Espectáculos
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ERP. Era mes de octubre de 1972, un grupo de entusiastas deportistas y otros acompañantes de Uruguay, partieron hacia Chile para jugar el rugby y otros para simplemente divertirse, la mayoría eran jóvenes y en su mayor parte, desconocedores de situaciones geográficas como la de Chile y Argentina. Un error humano, llevó al piloto a girar donde no correspondía y consecuencia de ello, sus 45 tripulantes del avión, quedaron regados en la nieve.

La historia, concitó el interés de la población latinoamericana y mundial, primero por la noticia del accidente, segundo por la búsqueda y tercero por la desesperanza de saberlos vivos. En efecto, según narran ahora los propios sobrevivientes, esa noticia de saberse abandonados a más de 3 mil metros de altura, los deprimió tanto como los obligó a buscar formas de seguir viviendo y sobre todo salir del lugar.

La película "Sociedad de la Nieve" dirigida por Juan Antonio Bayona, reactualiza la odisea que vivieron estos jóvenes en una situación crítica que los llevó al extremo y quizá a adoptar decisiones imposibles de imaginar en situaciones normales. La película logra un equilibrio entre los que sobrevivieron y aquellos que dejaron sus vidas en plena cordillera. La situación límite de encontrarse en la nieve, sin alimentos, sin agua y sin cobijo adecuado, los llevó a idear acciones humanas increíbles.

De las 45 personas a bordo entre pasajeros, pilotos y tripulantes, tras chocar el avión con la cordillera, 33 quedaron vivos, pero poco a poco los heridos graves fueron falleciendo, después un desprendimiento de la nieve quitó la vida a 8 más. Al mes de diciembre, quedaron 16 sobrevivientes, quienes conforme pasaba el tiempo decidieron concertar cada una de sus acciones mirando hacia el infinito la ayuda que no llegaba, pero igualmente, los estimulaba a buscar una salñida. 

Justamente, en la situación extrema de saberse sin nada, decidieron vivir mediante el consumo de carne humana, usando para ellos los cuerpos de los muertos. No mataron para comer, usaron los restos para su sobrevivencia y conforme los diversos testimonios, fue una decisión de todos. La antropofagia se hizo común en esa realidad extrema, cuya motivación entre todos, era reencontrarse con sus padres y familiares.

Recrear una historia de esta naturaleza, con tantos hechos traumáticos, pero al mismo tiempo paradigmáticos y épicas, implica saber gestionar cada detalle para evitar impactos poco deseados. Ese es el mérito de Juan Antonio Bayona, que da forma a una historia increíble y digna de la naturaleza humana.

En la realidad y en la película, además de referir a quienes fallecieron en el intento, se destaca la gesta de Fernando Parrado y de Roberto Canessa, quienes, desafiando la naturaleza, retando las dificultades de la geografía, iniciaron el camino hacia la “civilización” como bien lo destacan ambos. Esa creencia donde no importaba las dificultades, tampoco el morir pero caminando, lo importante era avanzar y llegaron exhaustos, desfallecientes hacia el lugar donde un arriero les tendió la mano. Volvieron a nacer.

El cine, ese arte que gusta tanto, abre las puertas para ahondar en una tragedia o milagro para otros, pero que tiene connotaciones que solo ellos y solo esos 16 sobrevivientes saben todo lo que vivieron para continuar viviendo. Hoy quedan 14 y muchos de ellos, viven con mucha alegría ese renacer.

Conocer esta historia es aleccionadora, actualmente viven 14 de los que salieron del "infierno" y todos ellos,han explicado y explican esta tragedia. Dos fallecieron por enfermedades, uno en el 2014 y otro en el 2023. Esta película, ha permitido que "Los familiares de que no volvieron, abrazan a los que volvieron" como bien lo indica Fernando Parrado 

Diario El Regional de Piura
 

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