11
Mié, Dic

Dina Boluarte Zegarra, dos años de traición, de represión y de sometimiento al poder fáctico

Editorial
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

ERP. El 7 de diciembre del 2022, José Pedro Castillo Terrones, fue víctima de su ignorancia y su endeblez intelectual, cuando cansado del acoso permanente por fuerzas políticas que no lo reconocieron como presidente, decidió salirse del marco constitucional, leer un mamotreto como discurso y anunciar, sin mayores fuerzas que las suyas, un estado de facto. No pasó de una insania pasajera.

Dina Ercilia Boluarte Zegarra, quién ostentaba el cargo de vicepresidenta de la República, además, era una modesta ministra que rogaba serlo, participaba en reuniones descentralizadas por el Gobierno, cantaba con su voz meliflua canciones de protesta y de justicia y además, entrevistada por la prensa, repetía constantemente que renunciaría si vacaban a Pedro Castillo.

Paralelo, con la finalidad de dejar libre el camino, un proceso constitucional se tramitaba por la Comisión Permanente del Congreso, que por coincidencia comenzó a tramitarse en los últimos días del gobierno de Perú Libre. El proceso se archivó y es probable consecuencia de una negociación con las fuerzas oscuras, que la tomaron de rehén, para que sea la obediente y sumisa política que es.

Tras la lectura del pronunciamiento, Pedro Castillo no tomó el poder de facto, al contrario, al darse cuenta de su insania, decidió ir hacia la embajada de México, en cuyo tránsito fue capturado, incumpliendo toda la normativa aplicable como presidente constitucional. Recluido en un penal, ahora grita por su inocencia y quizá sin saberlo, por su ignorancia que lo expuso de esta manera.

Dina Ercilia, de inmediato fue convocada al Congreso de la República, se presentó con vestido amarillo, con banda presidencial incluida, juramentando el cargo de presidenta de la República y comprometiéndose a garantizar su mandato hasta el 2026. La que decía renunciaría si vacaban a Pedro Castillo Terrones, terminó embelesada por el ejercicio de un cargo, que seguro nunca lo soñó.

La población totalmente indignada salió a las calles, su ministro de Defensa, Alberto Otárola y la mandataria decidieron controlar la protesta nacional, mediante el uso de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Policiales, autorizándoles a disparar directamente al cuerpo, lo que ocasionó más de 80 muertos, lo que sin duda, será el preámbulo para una responsabilidad penal de cárcel.

Es obvio entender, que la orden fue “mata a unos, para que los otros aprendan” y sin duda, lo lograron porque la población se atemorizó de salir a las calles, de exigir el retorno a la democracia y en ese contexto, el “pacto mafioso” que manipuló a Dina Boluarte para que haga lo que ellos decidían y lo viene cumpliendo sin duda ni murmuraciones, profundizó sus acciones políticas con total crudeza.

Dina Boluarte ha sido incapaz de observar por lo menos un proyecto de Ley, no le interesó que se la mayoría de normas eran inconstitucionales, tampoco le interesó validar decisiones para liberar a un preso que no podía hacerse, dar marcha atrás en la reforma de la educación, es decir, la mandataria sucesoria, se convirtió en la “rehén” perfecta del “Pacto mafioso” en tanto que estos propusieron personajes para que sean ministros.

Dina Boluarte, en estos dos años, no solo ha transitado, de la tímida rebeldía al sometimiento total, sino que ha preferido la vanidad como opción, no solo recibiendo de terceros lujosas joyas, sino igualmente, utilizar la mentira como forma de vida. Su situación jurídica ha llevado a sumar por lo menos unas 10 investigaciones fiscales, que colisionan en el Congreso de la República, desde donde avalan su espurio gobierno. Son dos años de una personaje que se toma fotos al lado de la Policía Nacional del Perú y de las Fuerzas Armadas en señal de fuerza.

Si bien es cierto que Dina Boluarte, es títere del Congreso, ha sido incapaz de oponerse a los atropellos legales e inconstitucionales, también se ha dado cuenta, que los parlamentarios prefieren tenerla de "tonta útil" y por lo tanto, durante sus presentaciones, se envalentona, se desgañita, desafía y ahora hasta pecha, acompañada de las Fuerzas Armadas. Ella sabe que no la vacarán y aunque tenga solo un 3% de aprobación, al final es feliz, porque jamás pensó que  llegaría a ejercer un cargo tan alto, para tyan bajas cualidades. 

Se podría decir a nivel de conclusión, que Dina Boluarte ha cumplido dos años sumando en su haber, matanzas, atentado contra los derechos humanos, violación al estado de derecho, delitos cometidos por su vanidad y evidentemente, estos presuntos delitos le cobrarán en el futuro la responsabilidad que le corresponde y es probable, que el ostracismo sea su futuro por sus traiciones al voto popular.

Diario El Regional de Piura
 

Publicidad Aral1

Paypal1