ERP. Las redes sociales se han convertido en el lugar preferido para denostar y descargar todas las fobias y miedos contra una organización y/o candidato. En el caso de Piura, uno de los grandes perjudicados con una campaña de desinformación ha sido Jhony Peralta Cruz, después se ha continuado contra Santiago Paz López, Leonidas Huayama y últimamente el afectado ha sido Gabriel Madrid Orué.
Recordemos que todos los candidatos que representan a sus organizaciones políticas firmaron el Pacto Ético Electoral, mediante el cual se comprometen a realizar una campaña libre de insultos y agresiones y adicionalmente crear un clima propicio para la alternancia de ideas y programas para que la población se informe antes de votar.
El documento por muy bien redactado que se encuentre, no tiene ninguna aplicabilidad en una campaña electoral, por diferentes razones. La falta de respeto, la desinformación, el insulto, la campaña ofensiva realizada mediante redes sociales, la destrucción de su propaganda pública, son algunas de las manifestaciones que se ponen en evidencia.
Mirando en retrospectiva, es pertinente hacer un análisis de lo presentado en el proceso electoral regional y municipal del presente año.
Respecto a Jhony Peralta Cruz, se generó una ola de desinformación con la finalidad de desconcentrarlo. Se dijo que su movimiento tenía problemas de inscripción e incluso difundían documentos antiguos y fuera de contexto para validar la campaña de desinformación. Lo aclaraba en redes y en declaraciones públicas y la campaña en su contra no cesó y con nuevos argumentos se sigue atacándolo.
Los responsables de estos hechos, son bastante conocidos y también su filiación.
Evidentemente, son gente que por un pago mensual se encargan de hacer panegíricos a una autoridad desde las redes sociales. Subyace el anhelo de impedir que gane el ex congresista Peralta Cruz, percibido por la mayoría como el de más oposición al gobernador y parte de sus funcionarios. Peralta, es un candidato informado, conocedor de temas regionales y con una propuesta clara.
La segunda víctima de esta campaña lo es Santiago Paz López. El candidato de Región para Todos, ha sido víctima de la denominada ‘guerra sucia’ primero endilgando conductas a su postulante Juan José Díaz Dios, después burlándose mediante 'memes' por declaraciones un poco confusas respecto a la equidad e igualdad de género y después la agresividad se ha ido multiplicando en contra del indicado postulante.
Santiago Paz López, es un ingeniero agrónomo que ha logrado generar un entorno favorable para los pequeños productores de la costa y sierra piurana. Su modelo incluso es usado por los demás candidatos como una vía para promover el desarrollo, se le conoce como un profesional serio y no existen cuestionamientos conocidos respecto a sus calidades personales. La contra campaña buscaría evitar que se posicione en la contienda regional.
Respecto a Leonidas Huayama Neira, la denominada ‘guerra sucia’ fue llevada a la burla por un vídeo que él mismo difundió calificándose como un ‘bicho raro’ un equívoco en la búsqueda de hacerse conocido, luego varios 'memes' fueron difundidos en las redes sociales para descalificarlo en sus pretensiones de llegar al sillón regional.
Leonidas Huayama Neira, no es un ‘bicho raro’ al contrario es una persona que vía su inteligencia y coeficiente intelectual ha destacado; mejor alumno desde la primaria, secundaria e incluso superior, se hizo profesional en ciencias físicas y realizó estudios de post grado en una universidad de mucho prestigio en la ciudad de Lima.
A Huayama, Paz López y Peralta Cruz se les menciona como los de mayor aceptación en la presente campaña electoral.
Pese al Pacto Ético Electoral, la campaña se radicalizó en las redes sociales y en esta oportunidad el golpe fue recibido por Gabriel Madrid Orué quien pretende ser alcalde de Piura. Un video detallaba un caso judicial respecto al desconocimiento de una de sus hijas. Exposición de un caso privado que compromete a una niña y respuesta igualmente inadecuada para exponer a una niña en el uso de su defensa como candidato.
Si bien es cierto, la niña es el centro de la desinformación difundida en las redes sociales, creemos que Madrid Orué pudo defenderse solo y no utilizar a la pequeña para explicar el caso que pretendió ser usado para descalificarlo.
Queda claro que las redes sociales son el medio donde la inquina, el odio, la injuria, el despropósito, entre otras conductas díscolas se hacen realidad. Se firma pactos que no se cumplen y no existen formas de individualizar y sancionar al infractor.
Una competencia de esta naturaleza, debería ser de análisis de la realidad y propuestas para mejorarla. Para ello, la alternancia de posiciones y respeto por las diferencias deben primar. Llevar la contienda hacia una competencia de quien injuria, ofende o ridiculiza más, es propio de una sociedad sin educación y con una cultura vituperable.
Ojalá que estos males en algún momento de la historia se eliminen como práctica entre organizaciones y candidatos e igualmente de la ciudadanía para que valore mucho más la información fidedigna que la desinformación.