ERP. La historia nacional ha sido protagonizada por personajes, que no muchas veces están en la memoria colectiva, como es el caso del que hoy recordaremos. Andrés de Santa Cruz y Calahumana nació en La Paz, actual Bolivia, el 5 de diciembre de 1792, y murió en Beauvoir, Francia, el 25 de septiembre de 1865. Su nombre está asociado a la guerra de la independencia de Bolivia y Perú, y después de este proceso, al escenario de los caudillos, y ejercicio de la política en el país de su nacimiento y en el Perú.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Responsable del Museo Electoral y de la Democracia de la DNEF del Jurado Nacional de Elecciones
Su huella no es conocida por muchos, sobre todo lo que significó su vida dentro de la historia peruana. Sin lugar a dudas, son bastantes los peruanos que saben el nombre del general Andrés de Santa Cruz, pero con toda seguridad, no tienen detalles de su protagonismo en el momento en el que el Perú fue partido en dos Estados, cada uno con sus símbolos patrios.
Andrés de Santa Cruz realista e independentista
Santa Cruz experimentó el mismo proceso que muchos próceres de la independencia, primero fueron realistas, y tras un proceso persuasivo, y de entendimiento de defensa de la libertad de la tierra en la que habían nacido, se hicieron patriotas, en el instante en el que su heredad los necesitaba. En la batalla de Cerro de Pasco, cayó prisionero, el 6 de diciembre de 1820. Fue conducido al cuartel general de Huaura donde se encontraba don José de San Martín, quien lo persuadió para integrar las filas patriotas, lográndolo el 8 de enero de 1821.
Su servicio en el ejército independentista peruano comenzó de inmediato, San Martín lo nombró gobernador provincial de Piura donde organizó dos batallones para auxiliar a los patriotas que luchaban en el Ecuador; peleó en la batalla de Pichincha del 24 de mayo de 1822, donde se derrotó a los realistas, con la participación de muchos peruanos, lo que le ganó su ascenso a general de brigada.
Participó en la batalla de Junín del 6 de agosto de 1824, tras lo cual se le encargó la prefectura de Huamanga, reclutó nuevas fuerzas y rechazó a los realistas que merodeaban por la zona, lo que le impidió concurrir a la batalla de Ayacucho. Fue jefe de Estado Mayor del Ejército Libertador en la campaña del Alto Perú dirigida por Antonio José de Sucre, obteniendo el rango de Gran Mariscal, en abril de 1825. Poco después se crearía la república de Bolivia.
Sucesivamente fue Presidente del Consejo de Gobierno del Perú, entre 1826 y 1827, sustituyendo interinamente a Bolívar, cuando abandonó el Perú. En 1827 se presentó como candidato a las elecciones presidenciales, pero se eligió como Presidente del Perú, a José de La Mar, lo que le causó un gran disgusto.
La Asamblea de Sicuani y la Confederación Perú-Boliviana
La Asamblea Constituyente de Sicuani, o Asamblea del Sud del Perú, tuvo sus reuniones desde el 16, hasta el 22 de marzo de 1836 en Sicuani, con participación de 23 representantes de los departamentos de Arequipa, Ayacucho, Cusco y Puno, cuya extensión territorial daría luego paso a nuevos departamentos.
El propósito del general Andrés de Santa Cruz, era el establecimiento de la Confederación Perú-Boliviana, previa separación de la integridad territorial peruana, en dos partes, del territorio del Estado de mayores dimensiones, Perú, que por naturaleza hubiese absorbido al más pequeño, que era Bolivia.
Esta Asamblea acordó la formación del Estado Sud-Peruano, y asimismo dio la Constitución Política del nuevo Estado, aprobándose su federación con la República de Bolivia, y con lo que sería otro nuevo Estado, que debía crearse con el resto del territorio peruano, es decir, la Confederación Perú-Boliviana se conformaría con tres Estados.
La Asamblea de Sicuani instalada el 16 de marzo de 1836, fue presidida por Nicolás Fernández de Piérola y Flores y se clausuró el 22 de marzo de 1836. Meses después, en agosto de 1836, se reunió la Asamblea de Huaura que acordó la creación del Estado Nor-Peruano y su integración a una Confederación que debía presidir Santa Cruz; el territorio piurano, quedó dentro del nuevo Estado. Por su parte, el Congreso extraordinario boliviano reunida en Tapacarí acordó autorizar a Santa Cruz la formación de la Confederación.
Provisto pues, de todos los elementos legales otorgados por las asamblea de los tres estados, Santa Cruz declaró establecida la Confederación Perú-Boliviana por decreto dado en Lima, el 28 de octubre de 1836, convocando luego a un Congreso de plenipotenciarios de los tres estados en Tacna donde debían discutirse las bases de la estructura administrativa de la nueva unidad geopolítica, que aparentemente retomaba viejos vínculos prehispánicos y virreinales. Sin embargo esto no prosperó, diluyéndose tras la batalla de Yungay del 20 de enero de 1839.