ERP. Quizá sin proponérselo, los historiadores que trabajaron el siglo XIX en el Perú, priorizaron la divulgación de algunos hechos de armas, como los de Junín y Ayacucho, en 1824, dejando de lado involuntariamente, otros sucesos de gran acción, verdaderas batallas por la independencia nacional.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia del Jurado Nacional de Elecciones
Una de esas batallas es la de Matará, librada un día como hoy, en 1815; y las otras son las batallas de Torata y Moquegua, en jurisdicción moqueguana en 1823, y la batalla de Zepita también este año, en territorio de Puno. Ni que se diga de otros encuentros bélicos de menor envergadura, que siendo menores en consecuencias, son parte de esa larga lista de sucesos por la independencia del país.
Quizá contribuyó a relegar estos 4 episodios, el haber sido derrotas las de Matará, Torata y Moquegua, y haber tenido resultados indecisos en la batalla de Zepita, tras la cual, los realistas y los patriotas se declararon ganadores, pese a las bajas que experimentó cada uno. Quizá contribuyó a la hegemonía recordatoria de Junín y Ayacucho, el que además de ser victorias, se les considera las batallas finales por la independencia, y la capitulación que se firmara, tras la derrota realista.
La poco difundida batalla de Matará fue un enfrentamiento militar del 27 de enero de 1815, es uno de los episodios de la rebelión de Cusco, entre los patriotas de José Gabriel Béjar y las realistas de Vicente González, con el triunfo de estos. Refiriéndose a esta rebelión, el historiador José Tamayo Herrera, sostiene que fue en Cusco donde se proclamó por primera vez la independencia del Perú.
Los patriotas resistieron aguerridamente hora y media, tras lo que se retiraron sin orden, en pánico, habían luchado por la libertad del Perú, pero pudo más la superioridad de las armas de los realistas, mientras que los vencidos fueron perseguidos hasta la noche, cubriéndose el campo de cadáveres. Las bajas realistas fueron muy pocas, y tras su victoria, tomaron la artillería, fusiles, pólvora y municiones de los patriotas que se refugiaron en Andahuaylas.
La batalla de Torata fue precedida por algunas escaramuzas. Al parecer los patriotas iban ganado terreno, obligando al ejército del realista Jerónimo Valdés a retirarse a Pachía, y luego a Torata, el ejército patriota cayó en la coartada de Valdés, que había planeado atraerlo hasta un punto donde lo enfrentaría el ejército del general José Canterac, que avanzaba desde Puno. El general Rudecindo Alvarado buscaba batir a Valdés. Lo acompañaban en la oficialidad, el Coronel Mariano Necochea, y el sargento mayor Román Deheza.
El 19 de enero de 1823 los realistas, seguros de la llegada de los patriotas a Torata, se prepararon a dar batalla, comenzando los enfrentamientos desde las 9 de la mañana. Ambas fuerzas se atacaban, se escuchaba el tiroteo, las tropas realistas ocupaban las alturas, y al caer la tarde ya los leales al rey tenían ganada la batalla, conteniendo el avance de los patriotas, la moral de los realistas se fortaleció más, ante la llegada de Canterac que venía con refuerzos.
El 20 de enero la división de Jerónimo Valdés recibió la que mandaba el general Canterac, lo que encendió sus ánimos de marchar contra los patriotas, a los que el 21 de enero enfrentaron en las inmediaciones de la villa de Moquegua, con el consiguiente descalabro del ejército patriota, que de contar con 4300 hombres a su salida de Lima, retornaría con aproximadamente 1500. La lucha fue encarnizada en ambos bandos, el espíritu de los patriotas apostaba por la libertad.
Acciones como esta, son la evidencia del amor por la libertad de los peruanos, y que la independencia se logró por la voluntad general de los pueblos del Perú, con entrega de vidas y de bienes, y con capítulos de victorias y de derrotas como la de Matará, Torata y Moquegua, que nunca fueron un límite para seguir luchando por la libertad y la independencia, la lucha no decayó, siguió coronada de victorias, y se alcanzó la independia, un gran logro de los peruanos, con apoyo de patriotas del continente.