ERP/N.Peñaherrera. Para muchas personas es casi inconcebible que en los tiempos actuales veamos a los celulares como lujo. Presumo que no tengo que profundizar en las razones.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, muchas personas miran con recelo a las antenas que permiten la conexión entre celulares.
No es un problema de estética urbanística, sino cierto mito que sostiene que la cercanía con estos aparatos exacerba condiciones de salud como el cáncer, por la irradiación de las ondas electromagnéticas.
Primero habría que estudiar qué son estas ondas, pero con tal de no complicarte la vida, te diré que son segmentos de energía no visible que tienen la capacidad de transmitir datos como imagen, sonido, ambos y hasta datos puros, como este texto por ejemplo.
Quien quiera más información, dése una vueltecita por Wikipedia, y maravíllese con la ciencia.
La radio, la televisión y la posibilidad de que tu lap-top reciba Internet sin cables se debe a la presencia de estas ondas electromagnéticas. Si tuviste un carrito a control remoto, sin cable, aplica el mismo principio.
Las personas que no tienen tiempo de cocinar, meten su comida al horno microondas, y son ondas electromagnéticas las que lo calientan. Provecho.
Los celulares reciben voz, imagen y datos, y los envían, mediante ondas electromagnéticas.
Para ir resumiendo, la potencia y calidad de las ondas ´que los medios de comunicación arriba mencionados emplean, es casi la misma. No la misma, pues cada una emplea una longitud de onda distinta, de tal manera que no se interfieran.
Gente que ve la tele o escucha radio, o que cocina en el microondas, no reporta haber desarrollado cáncer. Y si lo contrajo, la causa médica no es ésta, sino el estilo de vida nada saludable, algunos descuidos, o cierta predisposición genética.
Si no me creen, consúltenlo al médico o a la médica.
Sí hay ondas electromagnéticas que pueden propiciar esta condición, pero su potencia y disponibilidad son radicalmente distintas: las llamamos radiación.
La sobreexposición a los rayos ultravioleta B dispara el cáncer de piel, los rayos X sin control también producen cáncer, varios isótopos de uranio y los elementos al final de la tabla periódica también producen cáncer siempre que se les procese sin precaución.
Paradójicamente, su uso medicinal es recomendado aunque en dosis controladas, como el cobalto.
Los celulares no usan ni rayos ultravioleta, ni rayos X, ni uranio (hasta donde sabemos), ni cobalto, sino casi las mismas ondas que la radio y la televisión, o los walkie-talkies.
Es más: un estudio de la Universidad de san Marcos encontró que es más peligroso tener el celular pegado a la oreja por más de una hora diaria que vivir junto a una antena de telefonía.
Si siguiéramos la lógica de ciertas personas, entonces, también deberíamos desmantelar las antenas de radio y televisión, incluso la de cable.
A ver, ¿quién quiere quedarse sin noticieros ni música?
¡Ajá! ¡Mentira descubierta!
¿Sabes de dónde salió lo de que las antenas de celular producen cáncer? De una controversia en Puerto Rico que resultó ser un ‘bluff’ creado entre competidoras del servicio, para boicotearse.
El mito se repartió por Internet, y –para variar- es veladamente utilizado por las operadoras nuestras para meterle pierna a la competencia y hacer que caiga, pues finalmente cada antena derribada con éxito significa menos cobertura, lo que forzaría a la gente a pasarse a la otra marca.
Y la pobre gente que si no tiene un lío en su vida, no vive, trata de llenarla escupiéndole al cielo. Ésa es toda la explicación.
En conclusión, si alguien viene a hacerte lío porque la antena tal está produciendo cáncer, no le hagas caso, y contacta a las autoridades.
A lo mejor estás presenciando un boicot que, si no está científicamente sustentado, podría tipificarse como delito contra la fe, o sea. Mentira.
(sigue al autor en Twitter como @nelsonsullana)