ERP/N.Peñaherrera. La vez pasada que Punto Final, de Frecuencia Latina, difundió su informe sobre la contaminación en el área metropolitana de Sullana, critiqué varias inconsistencias de forma.
Aunque, pensándolo bien, otra vez se le volaron los patos al reportero: habló de una avenida Lamas (¿por Lorenzo Lamas?) y un río el Chira.
¿Le regalamos un plano actualizado del área metro? OK, lo hacemos. Por ahora, sigamos.
Aunque el balance no ha sido ciento por ciento satisfactorio, tengo que reconocer que el material difundido la noche del 4 de mayo ha mejorado mucho, pero se volvió a quedar a mitad de camino.
Si a alguien le pareció que el primer informe tenía una intención politizada, ahora está más que evidente. ¿Te diste cuenta que el protagonista fue un parlamentario, que según el reportero, llegó por pedido de la producción?
Teniendo en cuenta los antecedentes del ‘ancla’ del show, no es raro; por lo menos, es coherente. Quiero decir, hay filiación fujimorista.
Te voy a comentar algunas cosas que me llamaron la atención, y que exigen más que explicaciones de quien corresponda.
Ya no es una, sino varias personas que denuncian el rebose de aguas servidas al interior de sus casas. Esto no es un problema político, sino de salubridad, en el que la Dirección Subregional de Salud debe actuar ‘ipso facto’.
En otras palabras, la huelga en curso pidiendo la salida de su director debe suspenderse de inmediato, y –como diría un relacionista público- atendiendo al bien común, sentarse a ver medidas de urgencia para darle prioridad de atención a la población afectada. De lo contrario, estamos cocinando una crisis de salud mayúscula.
Y si hay que sancionar a alguien, que se proceda sin miedo. Se agradecerá.
Se debe averiguar por qué la gente que trabajaba en zanjas con aguas servidas no vestían botas de jebe, como lo mandan las normas de Construcción Civil. Aquí ya no vale una llamada de atención, sino una sanción ejemplar a quien resulte responsable. La residencia, el sindicato y la supervisión tienen muchas cuentas que rendir.
La actitud de la procuradora llamó mucho la atención. Las imágenes fueron evidentes –salvo que la edición mostrara otra cosa-, así que no hay mucho que comentar al respecto; sus superiores deben tomar medidas.
A propósito, esta vez, el informe señala responsabilidades compartidas, y ya no se concentra en el alcalde provincial, aunque no deja de agarrarlo de punto.
Si se le prometió al reportero un plazo de actuación, es legítimo que éste le haga seguimiento.
O sea, la próxima, antes de prometer, ¡cuidado con lo que se dice!
A todo ésto, ¿tenemos un protocolo de comunicación en caso de crisis? Lo que está viviendo el área metropolitana (entiéndase ciudades de Sullana y Bellavista) lo es.
Si sus oficinas de imagen no se los dijeron, o lo ignoran, en periodos de crisis, la presencia mediática de autoridades y entes relacionados debe ser frecuente, dependiendo de la gravedad de las circunstancias.
¿El término ‘alerta naranja’ les dice algo?
Al margen de que no se pasen, los alcaldes de Sullana y Bellavista, la EPS Grau, la Dirección Subregional de Salud, Construcción Civil, y demás relacionados, deberían darnos –por lo menos- partes conjuntos cada 24 horas, donde se nos informe qué se está avanzando, qué no se está avanzando, o qué se piensa hacer.
Los medios, al margen de si reciben o no auspicios de estos organismos, deben transmitir en vivo (más resúmenes en diferido), o publicar el ‘press-briefing’, para que la población esté informada.
Ojo, que la población, además del efecto está disconforme con el hecho de que nadie da la cara. Es horrible percibir, pero es peor ignorar o sospechar.
Nuevamente, es legítimo que la población reaccione indignada ante la situación; lo que me parece punible es que haya gente que exija actuar con violencia, y el Ministerio Público tiene mucho trabajo en ese aspecto… digo, si sale de su huelga.
Mas bien, la juventud nos está dando ejemplos encomiables. Se han emprendido campañas de limpieza, y se han tomado el arte para protestar, como los Warriors Fight y su ‘Conciencia Sullana’, la canción viral de la temporada, que ya fue estrenada en radio regional, y cuya historia contamos ayer en http://fb.me/1hZrcJqMm
¿Las locales harán lo mismo, o la censurarán escandalosamente? O también se la pasamos al reportero, ¿no?
(Sigue al autor en Twitter como @nelsonsullana)