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Sáb, May

Finalmente, trabajadores de Minera Río Blanco son encontrados muertos

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Aleida DavilaERP. La esperanza terminó para los familiares y amigos de Aleida Dávila, del topógrafo Orlando Pastrana y del cocinero Segundo Tacure, quienes fueron encontrados muertos en las inmediaciones del Cerro Negro, en la comunidad de Yanta de la provincia de Ayabaca, tras intensa búsqueda por parte de personal de la Policía Nacional, Fuerza Aérea del Perú y comuneros de la zona. 

Las condiciones de clima, impidieron una búsqueda normal; sin embargo, la persistencia y el interés mediático de los medios de comunicación incidieron para proseguir con la labor y encontrar finalmente los cuerpos de los tres trabajadores de la empresa Minera Río Blanco. 

Según fue informado el corresponsal de El Comercio en la zona, Ralph Zapata, los cuerpos no estaban en el mismo lugar pero tampoco tan distantes uno de otro. Se comprende que cada quien realizaba su propio desplazamiento y fueron afectados por el intenso frío del lugar y la lluvozna constante como consecuencia de la concentración de nubes en la cordillera ayabaquina. 

Según se sabe, los trabajadores salieron rumbo a Huancabamba el pasado 4 de julio y perdieron contacto con la empresa minera siete días después. El 20 de julio el geólogo Manuel Herrera, quien también era parte de la expedición, fue hallado en una vivienda rústica de Yanta. Este declaró que había caminado cuatro días para llegar al punto y que en su trayecto se alimentó de hierbas.

Para la búsqueda fue importante las informaciones que proporcionó el geólogo Manuel Herrera, permitiendo seguir la ruta donde estarían los cuerpos de los dos trabajadores y donde quedó sin vida la periodista Aleida Dávila, quien se presume falleció posteriormente a la de sus compañeros de travesía.

Aunque llama la atención la muerte de los itinerantes, se espera que se encuentre la verdad de lo acontecido. Las razones de su separaciòn en el tránsito hacia un lugar seguro, y los pormenores que permitan determinar responsabilidades.  

Los cadáveres serán traslados hacia la ciudad de Piura, para la respectiva autopsia, determinación de implicancias en la muerte y posterior entrega a los familiares. 

 

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