ERP. El golpe de Estado de Fujimori, es censurable para muchos, menos para los propios fujimoristas. Amnistía Internacional hizo un llamado a no repetir en el Perú experiencias como el autogolpe de Estado del 5 de abril de 1992, cuando el entonces presidente, Alberto Fujimori, disolvió el Parlamento.
“Recordar esta fecha es importante para construir la memoria histórica del Perú y que no se repitan regímenes dictatoriales ni violaciones a los derechos humanos”, se indica en el pronunciamiento.
En tal sentido, la medida perpetrada por Alberto Fujimori fue calificada como “un golpe para la democracia”.
A consecuencia de ese rompimiento del orden constitucional, “varias comisiones que investigaban crímenes contra los derechos humanos se vieron obligadas a abandonar su trabajo”.
“Además, las funciones del Poder Judicial y del Ministerio Público quedaron en suspenso durante cuatro semanas, en el transcurso de las cuales no se pudieron presentar denuncias de violaciones de derechos humanos ni peticiones de hábeas corpus”, se recuerda.
Fujimori, después del 5 de abril, se dedicó a totalizar la política nacional y mediante una estrategia mediática logró el apoyo de miles de peruanos, quienes fueron su sustento para elegir el Congreso Constituyente y reelegirse en 1995 y hacerlo nuevamente en el 2000, pese a toda la oposición y contra un fallo del Tribunal Constitucional, que declaró inaplicable para Fujimori, la reelección inmediata.
Fujimori, se encuentra preso en la DINOES y el pedido de clemencia y amnistía ha sido denegado. Su condición de salud es crítica; sin embargo, sus parientes han formado un grupo político con buena aceptación. Incluso en el proceso del 2011, su hija Keiko Fujimori, disputó en segunda vuelta la presidencia de la República.