ERP. Un grupo de sullaneros, quieren paralizar la provincia aduciendo que el Ministerio de Vivienda no les quiere financiar la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales. Alistan además un viaje hacia Lima para protestar y es probable que los gastos que irroguen los pague la Entidad que los solivianta, es decir la Municipalidad Provincial de Sullana dirigida por el médico Carlos Távara Polo.
Sullana requiere la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales y no cabe duda que es una obra prioritaria. Los desagües contaminan lo mejor que tiene esta provincia y la inversión desde el campo de saneamiento no ha sido lo suficiente para revertir esta situación. Sin embargo, protestar sin tener una idea cierta, cabal, técnica de lo que son los servicios de saneamiento no llevarán a ningún lugar y solo será la voz altisonante de personas dirigidas por algunos interesados.
Existe un nuevo marco regulatorio para los servicios de saneamiento y se viene implementando a nivel nacional. El Ministerio de Vivienda tiene un rol protagónico, las EPS igual y la OTASS las suyas. Es decir, por primera vez en el país, se toma en serio la mejora de los servicios de saneamiento. Sin embargo, existe un problema de fondo y que tiene que ver con la gestión tradicional de las empresas prestadoras y que muchos no quieren entender.
Alcalde de Sullana sería causante al no encontrarse solución al financiamiento de la PTAR
Sullana, debe tener sus prioridades perfectamente establecidas, pero de ninguna manera hacer del capricho la razón de la protesta. En el nuevo marco regulatorio se establece el campo de acción de las municipalidades y es su deber cumplirlo primero y exigir después, con propuestas coherentes y no con gritos desprovistos de un conocimiento profundo de la realidad y de la legalidad.
En esta misma condición se encuentran ciudades como Huancayo, Huánuco y Cajamarca, que al igual que Sullana esperan y exigen que se construyan plantas de tratamiento de aguas residuales. Lo que quiere decir, que obtener recursos para este tipo de proyectos debe llevar a propuestas más inteligentes y de menos confrontación a lo técnico y a las posibilidades financieras del Estado.
Exigir para que se financie con recursos públicos la PTAR es desconocer los asuntos de política que existen para resolver uno de los problemas más prioritarios que tiene el país y que ha conllevado a crear un marco legal más adecuado.
De acuerdo a fuentes confiables, existe desorden municipal en la gestión de los servicios de saneamiento que corresponden a la Municipalidad Provincial de Sullana. Carlos Guillermo Távara Polo, es parte central en este desorden. Desoye las recomendaciones técnicas y además de ello, delega de facto las coordinaciones a su cuñado, quien por muy vicegobernador no tiene competencias municipales.
En este sentido, los estudios se trabajaron al margen de las unidades orgánicas responsables y al contrario se otorgó facultades, indebidamente, a instancias y personas diferentes, las cuales no tienen la solvencia técnica para este tipo de proyectos en un caso y haber planteado mal en otros que actualmente se encuentran detenidos. Es decir, proyectos que podrían ser mejores con una mejor participación técnica, pero que se supedita a opiniones de personas no calificadas.
Si Alfredo Neyra Alemán quiere ser candidato, no creo que sea la mejor manera de hacerse notar; al contrario, debería, tal como se entromete en muchas obras municipales sin estar legalmente habilitado, ver mejores alternativas para que el servicio de saneamiento sean acordes a la condición de personas y gestionarlas en el espacio administrativo y político en el cual participa.
Alfredo Neyra, asume el rol que le corresponde a Alcalde en caso de PTAR
En materia de servicios de saneamiento, se ha gastado recursos públicos desde la Municipalidad. Alguien que se preció de especialista sin serlo, quiso preparar en la época del alcalde Jaime Bardales un proyecto que llamó integral. Quizá fue una oportunidad, pero los especialistas no lo eran y llegaron tarde en esa posibilidad. Esos especialistas siguen gritando que lo son ahora y quizá sean la peor rémora para las aspiraciones de los sullaneros.
Por lo tanto, si se quiere avanzar y bien, debe alejarse a las rémoras dañinas, sistematizarse las propuestas viables en concordancia con la política nacional en materia de saneamiento, priorizar lo más urgente y el alcalde asumir el liderazgo que le corresponde como representante legal de la Municipalidad. Su cuñado, siempre será su cuñado, pero su cuñado no fue elegido alcalde.
Sobre esta base, se debe buscar el dialogo y el consenso, que lleve a acuerdos sostenibles y realizables. Se debe desplazar a quienes se precian de especialistas y que no lo son; de persistir en esta forma de actuar, solo se puede avizorar gritos desaforados, insolencias como respuestas por no compartir lo que hacen, intromisiones indebidas de familiares y un fracaso en los reclamos que se enarbolan.
No es la primera vez que se adoptan medidas equivocadas en Sullana. La primera buscó llenar de árboles la ciudad de Sullana, pasado el tiempo no existe ni siquiera medio arbolito de lo anunciado con gran entusiasmo y la segunda fue la candidez de hacer una colecta para el Hospital de Sullana. La asertividad, es lo que debe caracterizar a quienes conducen una entidad de la importancia de una Municipalidad.
¿Qué se requiere la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales?. Si. Pero la gestión debe ser con conocimiento técnico, sin la distorsión de ignaros o ignaras. Tal y conforme se plantea no es la manera de resolver los problemas de Sullana.
Sullana: La PTAR, se convierte en manzana de la discordia y el argumento para una protesta que no recoge el marco normativo vigente en materia de saneamiento y cuyo conflicto es gestionado por personas que no conocen el sector de @viviendaperu pic.twitter.com/lmfEbu073M
— Andrés Vera Córdova (@andresveracordo) 12 de noviembre de 2017