ERP. Ellas son verdaderas artistas en artesanías marinas. Ellas son como las olas del mar, que, aunque se rompen contra las rocas, encuentran las fuerzas para volver a empezar. Son mujeres valientes, aguerridas y han convertido al mar en su principal fuente de inspiración e insumos para producir artesanías, que, sumado a su ingenio y creatividad, les ha permitido iniciar un rentable emprendimiento.
María Temoche Ruiz (44), Ana Rumiche Panta (37), Diana Temoche Eche (35) y Yessenia Machuca Eche (33) son poseedoras de un talento ancestral: la artesanía marina, una forma de manifestación artística que representa parte de la cultura, historia y tradición de un pueblo milenario llamado Sechura.
Cuatro mujeres, un sueño
En el distrito de Vice (Sechura), una de las mujeres artesanas empoderadas es María Temoche. Ella es especialista en la elaboración de artesanías marinas y otras manualidades hechas a mano como tejidos, cerámica al frío y bisutería, que representan la identidad y riqueza de su pueblo.
En noviembre del 2004 fundó la asociación de artesanas: “Unidas por el arte” con el objetivo de reunir a distintas mujeres con talento y con ganas de buscar mejores oportunidades económicas. Es así como, conoció a Diana, Yessenia y Ana, mujeres que al igual que ella, luchaban por salir adelante.
Gracias al apoyo de la Municipalidad de Sechura, logran registrar su asociación y reciben una serie de capacitaciones para perfeccionar su arte. Han trabajado muy duro para promover la artesanía marina en su ciudad y han logrado integrar a más mujeres. Actualmente, la asociación está conformada por 25 artesanas.
“Somos como 25 mujeres que fabricamos estas artesanías desde hace 18 años. Nos hemos organizado para lograr compartir nuestro trabajo y enseñarles a más mujeres cómo la venta de artesanías se ha convertido en un sustento para nuestras familias”, relata María Temoche.
Para ellas, el día empieza desde muy temprano, cuando tienen que trasladarse hasta la playa de La Tortuga, para recolectar conchas y caracoles y producir sus piezas artísticas. Luego retornan a casa y empiezan con todo el proceso de lavado, desinfección y secado de los insumos recogidos.
“No es fácil, pero te acostumbras y como trabajamos en equipo es más llevadero y hasta divertido recolectar los materiales que vamos a emplear. También nos ayuda mucho el abono que nos hace el programa Juntos, ya que lo que ahorramos nos sirve para comprar otros insumos como: ácido, lejía, pegamento, guantes y mascarillas”, relata Yessenia Machuca.
Quienes han tenido el privilegio de apreciar la majestuosidad del singular arte de estas mujeres sechuranas, desconocen el proceso que conlleva realizarlas, la dedicación, el tiempo y el cariño que le ponen a cada una de sus creaciones, tratando siempre de perfeccionar sus técnicas.
El golpe de la COVID-19 en las artesanías
El confinamiento social que se vivió debido a la contingencia sanitaria afectó a diversos sectores, entre estos la venta de artesanías. “Tenemos un local propio, pero debido a la pandemia tuvimos que cerrarlo. Hemos seguido luchando porque con este trabajo nosotras nos ayudamos con algún dinerito para nuestro hogar”, narra Ana Rumiche.
La ilusión de este grupo de artesanas es llegar a más lugares con sus artesanías, antes de que inicie la pandemia han viajado a Lima y a Loja (Ecuador), han participado de innumerables ferias, logrando destacar con su arte. Esperan retomar poco a poco su participación en estos eventos, pues les permite tener mayores fuentes de ingreso.
Las orgullosas integrantes de la asociación con más de 18 años de experiencia en la fabricación de artesanías aseguran que su sueño es presentar el trabajo que realizan en todas partes del país y a nivel internacional y dar muestra de cómo las artesanías forman parte del sustento de un importante grupo de familias en la región Piura.