ERP. El pleno del Congreso de la República rechazó por mayoría la moción de vacancia presidencial contra el mandatario José Pedro Castillo Terrones. El debate de los que promovían esta iniciativa, demostró la precariedad parlamentaria, donde se percibió que el único interés era sacar del cargo a quien legítimamente ganó las elecciones generales, sin importar los fundamentos constitucionales y jurídicos.
En total fueron 76 votos en contra y 4 abstenciones los que frustraron la moción para destituir al jefe de Estado. En el debate, en un contrasentido de la Constitución, fundamentaban que era necesario que Castillo Terrones, concurra al Congreso para defenderse y explicar las causales expuestas en la moción suscrita por Patricia Chirinos, olvidándose que el presidente no es factible de interpelación.
Como se ha explicado en Diario El Regional y otros, la figura de “Incapacidad moral permanente” es indeterminada y pretende ser utilizada para sacar del escenario político al presidente de la República, por razones netamente antojadizas. La responsabilidad de esta situación la tiene el Tribunal Constitucional, el cual dejó sin precisar, el articulo constitucional que se refiere a esta figura.
Los partidos que promovían la vacancia solo obtuvieron 46 de 52 votos que requerían. Fuerza Popular, Avanza País y Renovación Popular son los causantes de esta crispación política con ribetes de difícil pronóstico. Estas agrupaciones negaron antes el triunfo de Pedro Castillo y su interés político solo es crear descrédito para promover la vacancia, aunque sepan que no es procedente.
Hoy prevaleció el país y el orden constitucional. Necesitamos dirigir nuestros esfuerzos al cierre de brechas, la educación, salud, el agro, las mypes, y todas las políticas públicas que necesitan del trabajo conjunto entre el Ejecutivo y el @congresoperu.
— Pedro Francke (@pedrofrancke) December 8, 2021
Es muy gracioso escuchar los fundamentos de la mayoría de los que promueven la vacancia, al seguir con argumentos que no se condicen con la realidad. Si bien es cierto, que Pedro Castillo es un personaje progresista, la gestión del país en estos 4 meses de gobierno dista de ser un modulo comunista.
Los votos que rechazaron la moción de vacancia fueron de partidos más democráticos, como son el partido Somos Perú, partido Morado, Juntos por el Perú, Acción Popular y Alianza para el Progreso, además del partido de gobierno Perú Libre. Si bien es cierto que el debate se centro en impedir que haya una vacancia presidencial, se dijo poco sobre la impertinencia de las causas invocadas.
Frente a esta nebulosa existente respecto a “La incapacidad moral permanente” se requiere que haya una decisión congresal que la interprete, pensando no tanto en sus intereses sino en el fortalecimiento de la democracia. Para algunos constitucionalistas, esta causal se refería a personas afectadas por problemas mentales; sin embargo, redactada como está es posible todo.
Según experiencias con Pedro Pablo Kuczynski y Martín Vizcarra que fueron vacados por el mismo argumento, no se puede seguir indiferente con dejar un artículo que crea crispaciones políticas de manera constante. El Perú, requiere paz y concordia, con miras a cumplir objetivos comunes, lo que no se ha visto durante los últimos años, sobre todo desde que Fuerza Popular ingresó al Congreso, para destruir al adversario.
En nombre de mi Gobierno, agradezco que la votación del @congresoperu antepusiera al Perú sobre otros intereses. Hermanos, demos fin a las crisis políticas y trabajemos juntos para lograr un Perú justo y solidario. El pueblo nos ha confiado sus anhelos. No lo defraudemos.
— Pedro Castillo Terrones (@PedroCastilloTe) December 8, 2021
Pese a la inconstitucionalidad de la moción, también es verdad que existen errores en el actual gobierno y que deberán superar para que este tipo de problemas no se repitan. Pedro Castillo, debe buscar lo mejor de su entorno, dejar los poderes fácticos que nada bueno causan al país y escoger a los mejores peruanos y peruanas, para resolver los problemas del país. Es el reto, que como lección debe salir tras la fracasada vacancia. No es un triunfo, es una llamada de atención y depende de él recibirla, de lo contrario, podría ser un Martín Vizcarra más.