ERP. Pese a que la experiencia de los gauchos no fue en todo el territorio nacional argentino, que finalmente se consolidó sobre la suma de procesos geo-histórico culturales diversos, el gaucho es un personaje nacional, sobre el que se piensa en la Argentina, cuando la miramos desde fuera.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia, de la DNEF del Jurado Nacional de Elecciones
E inclusive, cuando vemos a la selección nacional compitiendo fuera de su país, no es raro que se les califique como los gauchos; uno de mis connacionales, nacido en Buenos Aires, y que llegó a ser general del Ejército en el Peru, era conocido entre sus promocionales, como “El Gaucho”.
Lo cierto es que lo gaucho está en la memoria colectiva argentina, es parte del alma nacional, de esa que permanece indisoluble del ser nacional, al margen de las exageraciones apologéticas, y de los detractores que digan mil cosas en su contra.
Escuché tempranamente versos del Martín Fierro, antes de leerlo, no sé si porque eran comunes en toda la América hispana, o porque mi abuela paterna había leído el libro, ya que siempre repetía: “muchas cosas pierde el hombre, y a veces las vuelve a encontrar, pero les debo enseñar, y es bueno que lo recuerden, que si la vergüenza se pierde, jamás se vuelve a encontrar”, y nada más cierto en estos tiempos de deslealtades, traiciones y acomodos que se ven sobre todo en el campo de la política.
Otros versos que eran comunes en mi abuela, fueron: Para mí la cola es pecho, y el espinazo cadera, para la vida que yo paso, más vale que yo muriera, si en la noche echar cintura, y al amanecer cadera, quien te dio la cinta verde, que te de la colorada, y quien te dio la mala noche, que te de la madrugada. Cosas del Martín Fierro, o frases de autores anónimos que fueron compiladas y transmitidas generacionalmente.
Día de la tradición argentina
Hoy he conversado con mis amigos de la Universidad Católica de Córdoba, Argentina, sobre el Día de la Tradición en ese país, y por supuesto las respuestas son varias, todos coinciden en que justo un 10 de noviembre en 1834, nació José Hernández, autor de Martín Fierro, obra literaria que dio la vuelta al mundo, antes que aparecieran Borges y otras figuras femeninas y masculinas en el universo del Río de la Plata.
El Gaucho Martín Fierro, como lo sabemos los hispanoamericanos, y los lectores en los muchos idiomas que se ha traducido (a más de 70 idiomas, entre ellos al esperanto y el idioma de los incas) es un poema narrativo en verso del género gauchesco, escrita por José Hernández en 1872.
Quien no se siente orgulloso del Martín Fierro, aunque discrepe con su contenido, no se puede ignorar, por pasiones particulares, lo que el mundo valora de manera universal, El gaucho Martín Fierro, es una joya mundial, bienvenida y entronizada en la literatura hispano americana, y con toda seguridad, no faltan sus detractores en su propia patria.
Cada vez que he leído sobre listados de obras literarias de América que han vencido al tiempo, El Gaucho Martín Fierro, es una de las primeras que aparece; es parte del alma de la argentinidad, de ese cordón umbilical imaginario, que ata espiritualmente a todos los argentinos, que desde que son amamantados escuchan entre sus tradiciones, frases del Martín Fierro, que se convierten en sentencias máximas impulsadoras de las normas morales que a nivel interno inspiran el comportamiento social.
Como se recuerda, en «El gaucho Martín Fierro», aparece la figura del trabajador al que la injusticia social del contexto histórico lo malea, como ocurre en el caso peruano, con muchos afro descendientes e indígenas, dejándolos fuera de la ley.
No por gusto, Leopoldo Lugones, señaló al Martín Fierro, como «el libro nacional de los argentinos», reconociendo al gaucho como el genuino representante del país, dentro de la esencia de la argentinidad; argumentado que el libro es el gran clásico dentro de los argentinos, al que se le refiere también como síntesis de la historia argentina.
El día de la tradición argentina
Se conmemora el 10 de noviembre de todos los años, para celebrar las costumbres propias del país, que en realidad es la suma de las tradiciones de los migrantes, que se amoldaron a la esencia de lo argentino, y que en algunos casos impusieron las suyas, siendo hoy parte del alma nacional. La conmemoración coincide con el día del nacimiento del poeta José Hernández, autor de, el Martín Fierro.
En el Día de la Tradición, no pasa por alto la valoración al asado, al tango, que es parte de todos, aludiendo que las prácticas se han transmitido de una generación a otra, y que unas son nacionales, y otras solo de carácter regional. Sin embargo al parecer todo gira alrededor de la cultura gauchesca, cuya valoración motivó la creación del día reflexivo sobre este aspecto en 1937, aunque la ley fue promulgada en 1939. Lo cierto y grande es que la mayor obra de José Hernández, no solo tiene lectores, ha sido llevada al cine, teatro y televisión. El mate es una tradición, más allá de su sembrío, es la costumbre de matear todos los días, y tanta es su generalización, que existe el verbo matear en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.