ERP. Como hemos publicado en varias ocasiones desde El Regional Piura, el primer alcalde que se registra dentro de la historia de las municipalidades en el Perú, fue Blas de Atienza, Alcalde de San Miguel, tras la fundación de esta ciudad en el asiento indígena de Tangarará. Después vendrían otros alcaldes en las villas y ciudades de posterior fundación en otros lugares del sometido Tawantinsuyo.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia de la DNEF del Jurado Nacional de Elecciones
En la historia más reciente de la actual provincia de Sullana se registra alcaldes indígenas y blancos, desde la fundación del pueblo El Príncipe en La Punta, en 1783, después Sullana, desde 1826.
En 1814 se llevó a cabo elecciones en La Punta, de acuerdo a lo normado por la Constitución de Cádiz de 1812, en esos comicios participaron como electores indígenas, negros libertos, criollos y mestizos. El 6 de enero fue elegido el primer cabildo constitucional de Sullana, entonces La Punta, ganando como alcalde Eugenio Sandoval y los regidores Joaquín Ruiz, Bernardino Vásquez, Barbariano Granda, José Agurto, José Gabriel Sancarranco y Mariano Bereche, siendo los dos últimos eran indígenas, y los primeros, criollos.
El Cabildo de 1814 dejó de funcionar ese mismo año, porque el repuesto rey Fernando VII desconoció la Constitución Liberal de Cádiz, y los ciudadanos retornaron a su condición de súbditos, volviendo a funcionar el cabildo de indígenas. De los alcaldes indígenas de La Punta el más notable que hemos rescatado es Manuel Lupú, a quien le tocó presidir los actos de declaración, proclamación y jura de la independencia en ese lugar, en enero de 1821.
A partir de 1821, tanto en Sullana, como en Querecotillo, volvieron a funcionar los cabildos mixtos, es decir, sin exclusión de ciudadanía, sin embargo, los alcaldes ya no fueron indígenas, y solo los encontramos como regidores. Al momento se cuenta con una relación cronológica de los alcaldes distritales de Sullana, desde 1857, año de la restitución del funcionamiento de las municipalidades, que habían sido suspendidas, hasta el último distrital de 1911, ocupando esos cargos en el primer año mencionado, José Manuel Montero, y en 1911, Pedro J. Merino Vínces.
Tras la creación de la provincia de Sullana, el 4 de noviembre de 1911, al mes siguiente se instaló el primer concejo provincial, desempeñando ese cargo Jorge Eduardo Leigh Cortés, por nombramiento del gobierno; y su nombre es perennizado en la memoria colectiva, desde el siglo XX en la plazuela 4 de noviembre, que ha sido restaurada por gestión de la Asociación Civil Sullaneros en Acción.
En la dinámica de la práctica democrática, no siempre hubo elecciones municipales, privándose a los ciudadanos de elegir a sus autoridades, y tras la suspensión de los procesos de esta naturaleza, se previó hacerlos en 1948, sin realizarse por el golpe militar contra el presidente Bustamante y Rivero, protagonizado por Manuel Arturo Odría. Las elecciones municipales se retomarían en 1963.
En 1966 nuevamente los peruanos acudían a votar para elegir a las autoridades municipales que integrarían los gobiernos locales en las capitales de los distritos y de las provincias del Perú. Lo habían hecho después de muchos años en 1963, por convocatoria durante el primer gobierno de Fernando Belaunde Terry.
La elección de 1966 se llevó a cabo en 148 provincias peruanas, y en sus jurisdicciones distritales correspondientes, el domingo 13 de noviembre de 1966; por entonces empezaban los debates televisados en la Capital de la República, mientras que en el interior del país, los ciudadanos se limitaban a participar de la fiesta electoral, solo enterados a través de los diarios y las emisoras radiales locales.
El domingo 13 de noviembre hubo un gran movimiento de gente, a las capitales distritales acudían desde los caseríos de su circunscripción, desplazándose en camionetas y camiones, en acémilas, y muchas veces a pie, lo importante era votar, delegar poder en las autoridades locales. Era como si los ciudadanos empezasen a comprender la responsabilidad de participar en la fiesta electoral democráticamente. En 1966 se eligió alcalde de Piura, por el partido Acción Popular a Orlando Balarezo Calle, en Sullana ganó la coalición APRA – UNO, con el triunfo de Jorge Hougthon Aguirre; en Talara ganó Juan Blume García, y en Paita Valentín Barrientos Mauricio, candidato por Acción Popular.