ERP/N.Peñaherrera. Cuando Jaime Antezana habla, hay conmoción en la granja... la granja electoral digo.
Antezana es especialista en temas de narcotráfico, y es mejor conocido por decir que tiene información de personas ligadas a esta actividad –políticos de preferencia-, pero jamás suelta un nombre. No al menos como primera opción.
Sin embargo, basta que abra la boca para que las especulaciones comiencen, se señale a posibles involucrados y el nerviosismo se haga más volátil que la propia gasolina.
Esta semana reveló que el narcotráfico dejó de financiar las campañas de algunos candidatos, y que ahora, por lo menos a lo largo de Piura, son los propios narcotraficantes quienes se someten a la voluntad popular como candidatos.
Ahora bien, ¿quiénes son esos 'narcocandidatos'? no dijo.
Y a pesar de que no mencionó nombre alguno, aunque sí números, las redes sociales estallaron señalando sospechosos, algunos de ellos dentro de un mismo partido, pero postulando en diferentes jurisdicciones.
¡Vaya poder de Antezana! Y lo único que tiene que repetir es ese 'soundbite' de "hay candidatos ligados al narcotráfico (pero no diré quiénes son)"... ¡y listo! ¡La hizo linda!
Y lo interesante es que no faltará quién pise el palito, y ayude a acentuar esta especie de psicosocial aparentemente bien intencionado... aparentemente.
No creo que Antezana sea incompetente en el campo que investiga, pero no sé si el método de anunciar sus hallazgos es el correcto.
Decir el milagro pero no el santo, cuando de esos 'milagros' dependen la vida de millares, o millones, de personas, puede ser hasta irresponsable pues desata demonios con mucho poder, capaces de no creer en nadie, y de atentar contra la vida de inocentes si es que se sienten amenazados.
Si Antezana tiene información, pero todo se va a quedar en la especulación, lo mejor sería que la comparta con la autoridad respectiva y nos evite esa charada mediática que raya en el 'terrorismo blanco'.
Nos enteraremos el día que se efectúen las capturas.
Y si evita individualizar responsables para no ganarse líos judiciales –dudo que sea para proteger la presunción de inocencia-, pienso que lo mejor sería guardar discreto silencio.
Salvo que todo sea una estrategia de mercadeo.
Mas... ¿es legítimo mercadear con el narcotráfico?
(Comenta al autor. Síguelo en Twitter como @nelsonsullana)